¿Se imagina conseguir una obra de Ouka Lele a cambio de verduras biológicas?

Ya no es necesario el dinero para comprar arte, aunque la obra que deseemos sea de un artista de primera fila. Una sala de Madrid exhibe 30 obras de diversos autores que pueden adquirirse con el sistema del trueque. El público trata de convencer al artista ofreciéndole por ejemplo unas vacaciones en su casa.

Se venden 30 piezas de arte contemporaneo de artistas consagrados como Mariscal o Barcelo y otras de jovenes talentos desconocidos. Sin embargo todos son iguales ante los ojos de los "compradores" ya que la subasta se hace a ciegas y no se sabe de quien es la obra por la que se está pujando. Esculturas, fotos, óleos, instalaciones, vídeos...todo se vende pero nada se compra con dinero.

Es un mercado donde las obras no tienen precio, cada uno ofrece lo mejor que tiene. La diseñadora Ana Locking por ejemplo ofrece su ropa a cambio de un cuadro que le gusta. Otro asistente ofrece un fin de semana en su casa de Ibiza. El artista tiene la última palabra y Ouka Lele por ejemplo da alguna idea: "me encanta la agricultura biológica". Esta iniciativa tiene su origen en la plataforma Art Barter, en Reino Unido.