El alumno ha superado al maestro. Este dicho vendría de lujo para describir las emociones que está causando la Gioconda del Museo del Prado. Y es que la Mona Lisa 'madrileña' está causando sensación. Tanta que algunos ponen a este cuadro pintado por un discípulo de Leonardo Da Vinci por encima de la mismísima obra de su mentor.
[[LINK:INTERNO|||20120221-NEW-00106-false|||Hasta que se retire del Museo el 13 de marzo]] es fácil ver a decenas y decenas de personas juntas alrededor de la Gioconda y de su enigmática sonrisa... sobre todo a partir de las 18 00. Una semana y media después de su puesta de largo se ha convertido en el centro de atención de un museo que recibe cada año a casi tres millones de personas.
La gente que presencia esta Gioconda tiene claros sus pensamientos. Que si es más guapa, que si es más joven y que si tiene colores más vivos. Casi todo son comparaciones positivas con respecto a la Gioconda del Louvre. Algo que puede deberse a que sus dos historias no son iguales y la conservación del cuadro del Prado fue más sencillo.
Su presencia está documentada en la Corte española desde 1666. Habitó en el Alcázar de madrid, se salvó en un incendio en 1734 y no formó parte del Prado hasta 1819. En 1821 se la califica como Retrado desconocido de señora y se lo atribuye a Leonardo, pero cinco años después ya se le conoce como Mona Lisa. Sin embargo hasta hace poco estuvo deshonrada, porque en 1873 se dijo de ella que era una copa del original.
Lo cierto es que ahora la Gioconda compite ya con Majas y Meninas. Y su merchandising va desde los 5 euros de las láminas, las postales a un euro, imanes a 3 euros... La Mona Lisa del Museo del Prado se está haciendo un hueco en el corazón de los madrileñós.