Catedral de Santiago

La Catedral de Santiago lucha contra los 'días K', los que más afectan a la conservación de la joya del Románico

Es uno de los monumentos más visitados de España y acaba de pasar por una intensa restauración para mostrar su mejor cara en pleno Año Santo. A lo largo de todo este proceso, diversos estudios han demostrado que lo que más afecta a la Catedral de Santiago es la condensación que se produce en días concretos del año, los llamados 'días K'.

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La Catedral de Santiago se prepara para recibir a los miles de turistas que este verano visitarán la capital de Galicia para contemplar esta joya única del Románico. Pero la Catedral sufre en los denominados 'días K', aquellos en los que soplan vientos muy fuertes del sur, algo habitual en Santiago.

El nombre ha dado mucho que hablar pero, asegura Daniel Lorenzo, director de la Fundación Catedral, "es la manera que hemos encontrado de hacer referencia a unas circunstancias ambientales muy concretas que hemos visto que son las más dañinas para la Catedral".

¿Y cuáles son esas circunstancias? "Son sobre todo días en los que soplan vientos muy fuertes del sur, que es algo que en Santiago pasa habitualmente, que provocan diferencias entre la humedad exterior y la interior, provocando una condensación que resulta fatal".

Las bóvedas, las zonas altas, la propia estructura de la Catedral y, sobre todo, la policromía, son algunos de los elementos que sufren mayor deterioro debido a estas circunstancias. "La presencia de peregrinos y visitantes no es lo que le afecta, en contra de lo que se podía creer con anterioridad, ese no es el problema". Y con ello, han concluido, asegura Don Daniel.

El proceso de restauración del Pórtico de la Gloria, considerado la joya del románico en Europa, duró 10 años. En el 2018 reabrió al público y ahora, con permiso de la pandemia, vuelve a llenarse de visitantes y vecinos que quieren disfrutar de la obra cumbre del Mestre Mateo.

Ésta es también una de las zonas más analizadas. En ella se trabaja, al igual que en el resto del conjunto arquitectónico, para crear las condiciones adecuadas de conservación. "Hemos comprobado que si controlamos bien la ventilación y calentamos el aire en las partes superiores podemos mejorar mucho la situación".

Y en ello están trabajando, en los sistemas adecuados para de alguna manera "encapsular" la Catedral y que podamos disfrutar de esta maravilla de todos los tiempos.