Un grupo de estudiantes de secundaria van a recibir su bautismo científico a bordo del oceanográfico 'Mytilus'. Tras pasar por las aulas y laboratorios, es tiempo ya de estudiar, tocar e investigar los fondos marinos en la Ría de Vigo.
Los chicos van a ver poliquetos, conchas y moluscos en un fondo fangoso para después compararlo con otro arenoso de algas coralíferas. Lo explica Charo de la Huz, doctora en Ciencias del Mar. "Se toman muestras del plancton -responsable del crecimiento y calidad del mejillón gallego- y se observa cómo los productores trabajan para las bateas".
Silvia Lorenzo, del Departamento de Inmunología de Ciencias del Mari, de Vigo, cuenta cómo el objetivo del muestreo es estudiar las larvas y su evolución. Y a través de unos depósitos de agua miden el óxigeno, la temperatura o la clorofila de las aguas arenosas de las Islas Cíes.
Constantemente, dan muestras de interés y conocimiento. No en vano, han pasado por un duro proceso de selección. Todos los chicos tienen los mejores expedientes de sus autonomías. La mayoría procede de Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León.
La mayoría asegura que todo lo que están haciendo y aprendiendo en este campamento científico tiene mucho que ver con su futuro. Además de 'cogerle el gusto' a la investigación, a sus 15 y 16 años todos traen ya conciencia de que su misión como futuros profesionales será la de trabajar duro por un mar que, a veces, parece agonizar.