Los científicos de la expedición Malaspina, liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha recogido muestras de una de las regiones oceánicas con menos oxígeno del planeta -el Pacífico tropical central-, gracias a las cuales esperan poder secuenciar por primera vez el genoma del plancton que crece bajo estas condiciones en mar abierto.
Los científicos de la expedición han explicado que las bajas concentraciones de oxígeno, un fenómeno denominado hipoxia, afectan al 8 por ciento del área de los océanos del planeta, y en muchos lugares, se asocian a la mortalidad de peces, mejillones y otros recursos de interés comercial. Además, las predicciones climáticas apuntan a que el calentamiento global puede incrementar las regiones con hipoxia debido a una reducción general de la ventilación. Así, el jefe científico de la sexta fase de la expedición, y científico del CSIC, Rafael Simó, ha apuntado que "es fácil que llegue a generarse hipoxia en el mar cuando hay vertidos de nutrientes en zonas algo cerradas cercanas a la costa, pero la magnitud de la hipoxia en esta región de mar abierto ha sorprendido" a los expertos.
Entre los 200 y los 1.000 metros de profundidad, hasta donde la luz no llega, no es extraño encontrar bajas concentraciones de oxígeno porque no existe la fotosíntesis, y por tanto, el oxígeno no se produce, sino que es consumido por los microbios. "Las aguas intermedias de esta zona vienen además cargadas de materia orgánica en descomposición procedente de zonas muy productivas de las costas sudamericanas.
Este material viaja con las corrientes, y mientras, las bacterias van descomponiendo esa materia orgánica y consumen oxígeno", ha explicado. Del mismo modo, ha indicado que las aguas del Pacífico tropical central están "muy poco ventiladas porque el sistema de corrientes impide que lleguen hasta la superficie y entre en contacto con la atmósfera". "Esta conjunción de factores genera una hipoxia severa", ha aclarado Simó. Así, los científicos han comprobado que esta "zona muerta" del Pacífico "sí se esconde una vida planctónica, sobre todo microbiana, adaptada a la falta de oxígeno".
Han recogido 270 litros de agua para poder filtrarla y extraer el ADN y el ARN de los microorganismos presentes. Allí donde la hipoxia es más severa y no llega la luz crecen bacterias y arqueas no fotosintetizadoras de las que apenas se tiene conocimiento, ha explicado el CSIC. Además, ha apuntado que estos microorganismos tendrían diversos metabolismos para adaptarse a la falta de oxígeno. En este sentido, pone como ejemplo los elevados niveles de nitrito existentes. Se trata de un indicador de que viven determinadas bacterias que, al faltarles el oxígeno, obtienen su energía a base de reducir nitrato.