Imagen de archivo de un mosquito

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Enfermedades

EEUU podría liberar mosquitos modificados para luchar contra enfermedades

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha anunciado pruebas de campo de mosquitos genéticamente modificados en el sur de Florida.

Estos insectos modificados genéticamente están concebidos para combatir plagas propagadas por otros insectos normales. Su principal frente sería el de combatir enfermedades como el zika, chikungunya, fiebre amarilla o el dengue.

Sin embargo, pese a lo novedosa que parece esta práctica, no es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa así. En 2016 la ciudad brasileña de Piracicaba ya realizó un ensayo de naturaleza similar con esta técnica.

La empresa británica Oxitec fue la encargada de desarrollar este mosquito nombrado OX513A, también llamado ‘Friendly Aedes’, una variante de la especie Aedes aegypti. Asimismo, Brasil no ha sido el único país en el que ha se han realizado estas pruebas.

Reino Unido, entre una decena más de país, ya están participando activamente con esta iniciativa. Tras el visto bueno de la EPA, estas pruebas de campo necesitarán la aprobación local y estatal para seguir adelante, con el que será el primer estudio de este tipo en Estados Unidos.

“Nuestro objetivo es capacitar a los gobiernos y las comunidades de todos los tamaños para que controlen de manera efectiva y sostenible estos mosquitos que transmiten enfermedades sin un impacto dañino en el medio ambiente y sin operaciones complejas y costosas. El potencial de nuestra tecnología para hacerlo es inigualable, y esta aprobación de la EPA nos permitirá dar los primeros pasos para que esté disponible en los Estados Unidos “, afirma Gray Frandsen, CEO de Oxitec.

Si finalmente sale adelante el proceso, las pruebas se harían en un periodo de dos años en el condado de Monroe (Florida) a partir de 2020 y en el condado texano de Harris al año siguiente. Oxitec liberará mosquitos machos genéticamente modificados que transportarán una proteína que inhiba la supervivencia de sus crías hembras cuando se apareen con mosquitos hembras naturales.

“Esta podría ser una herramienta efectiva para combatir la propagación de ciertas enfermedades transmitidas por mosquitos como el virus Zika a la luz de la creciente resistencia de estos a los insecticidas”, esgrimen desde la EPA.

Estos mosquitos genéticamente liberados no suponen ningún peligro a personas, animales o el medio ambiente puesto que solo se liberarán machos. Los insectos masculinos de esta especie no pican así que no pueden poner en peligro a ningún ser vivo.