La playa de las Alcaravaneras continúa cerrada la baño desde el jueves debido a un vertido de combustible que afecta a varios muelles, entre ellos, al de cruceros. En un principio se creyó que el vertido procedía de algún buque que limpió sus tanques fuera del recinto portuario, pero no, en realidad el origen del vertido está en un viejo pesquero que iba camino al desguace y se hundió en el puerto, Luis Socorro.
Esta mañana los buzos comprobaron que ya no había fuga de combustible procedentes del barco hundido a siete metros de profundidad. Pero el rastro del vertido aún es muy evidente cinco días después de que se iniciara esta crisis.
Habrá que esperar al miércoles para saber la cantidad de combustible vertido y el coste de las tareas de limpiezas. El buque hundido es propiedad de una empresa de chatarra y responsable del mantenimiento de los barcos abandonados en el Puerto.
El viernes se disparan las alarmas al detectarse una nueva mancha.
Al revisar las cámaras de vigilancia, el sábado se descubre el hundimiento. Hoy las barreras flotantes protegen a varios barcos, como este crucero atracado en el muelle de Santa Catalina.
