Fin de semana de peregrinación para miles de fieles que quisieron llegar a Candelaria para ver a la Morenita. Recorrieron montes y carreteras. A pie, a caballo o por ejemplo en bicicleta. Aún ayer la Villa Mariana seguía recibiendo peregrinos llegados de todos los municipios de Tenerife y también de otras islas.
Ni les importó la distancia ni tampoco el tiempo despacible para acudir a su cita con La Morenita. Algunos caminaron durante días soportando calor, lluvia y viento.
Otros con un sol de justicia restaban kilómetros por las carreteras secundarias en su deseo de alcanzar Candelaria.
Llegaban a las puertas de la Basílica donde algunos dejaban el palo que les sustentó durante el camino.
Recompensa al ver a su virgen, emoción y lágrimas contenidas.
En el interior del templo recogimiento, un respetuoso silencio que se rompe cuando la Virgen sale a la plaza.
Vítores a la que consideran la más guapa, la milagrosa, la que les acompaña.
Una cita ineludible marcada en el corazón de los canarios.