Ha fallecido a punto de cumplir los 86 años
Ni Charles Chaplin podría imaginar que tendrían un fiel imitador, tan parecido a él: este Charlot también traspasó fronteras. Don Pedro Gómez Cuenca llegó a Tenerife junto a su inseparable esposa, Victoria, en 1958. Ese mismo año buscó un disfraz para aquellas Fiestas de Invierno, le venía como anillo al dedo.ç
Imitó a la perfección a aquel hombrecito de andares de pato, con aquel bigote que nunca abandonó. Se convirtió en el Charlot de Tenerife, y nunca dejó de serlo. Durante 50 años jamás faltó a la cita carnavalera. ¿Cómo hacerlo, con tanto cariño recibido?
Junto a otro de los grandes, al director de la NiFú-NiFa, Don Enrique González, Charlot ocupa ya un lugar de honor en el Carnaval. Y como en Candilejas, la célebre obra de Chaplin, nos seguirá encandilando con sus andares y sonrisa afable