De momento bilingües hay pocos, y los sindicatos lo achacan a la mala programación de la educación publica canaria. Sobre la utopía de Rivero, se atreven a decirselo hasta en alemán.Lo que dice la representante de los docentes es que no se lo cree.
Dicen que los estudiantes terminan el bachillerato con malos resultados. Y eso lo reconoce el presidente.
Aun así el año pasado se suprimieron todos los profesores nativos de apoyo lingüístico en las islas.
Y además critican que se han aumentado las ratios en las escuelas de idioma, donde hay 45 alumnos por aula.