Las tumbas abiertas las encontró una mujer cuando iba a dejar flores a un familiar. Cinco nichos han sido profanados y se han llevado todos los restos humanos de su interior. En total siete cuerpos con unos 50 años de antigüedad. Ha ocurrido en el cementerio de Arico, en Tenerife, mientras se celebraba el fin de año por lo que los profanadores no fueron vistos, y eso que el sepulturero asegura que debieron tardar varias horas en abrir todos los nichos.
Los vecinos no entienden cómo estas personas no respetan ni siquiera a los muertos. Se baraja que puede ser obra de alguna secta satánica que realice ritos con restos humanos. El Alcalde nos comenta que ya se habían encontraron cosas extrañas en el cementerio. La Guardia civil recogió huellas de las lápidas pero de momento no se ha producido ninguna detención.