Una vez confirmado que los cadáveres encontrados en Temisas son los del matrimonio de Guanarteme, que murieron de forma violenta y que fueron enterrados para ocultarlos, ahora la policía ajusta la investigación. Una de las claves es determinar si intervino más de una persona en el crimen.
Los expertos a los que hemos consultado coinciden en algo: es muy difícil que una sola persona pudiese acabar con la vida de Antonio y Ana, trasladarlos hasta Temisas y arrojarlos al barranco, aunque no se descarta absolutamente nada. Muchas dudas sin respuesta: ¿fue de día o de noche? ¿Llegaron vivos a Agüimes? ¿Cuál fue el móvil del asesinato? Sobre este último punto parece que todos coinciden, detrás de todo esto hay motivos económicos.
Los cinco años que han transcurrido desde la desaparición de Antonio y Ana dificultan la investigación. En el caso de que hubiesen muerto por asfixia, nunca podría determinarse sólo con los restos óseos. La policía investiga si intervino más de una persona.
Otra de las dudas es dónde se produjo la muerte, si en una zona cercana al lugar dónde se les vio por última vez, o donde aparecieron los cadáveres; y si todo ocurrió de día o de noche.
El cazador que encontró los cuerpos recuerda que al rebuscar en la tierra sacó un cráneo fracturado.
Sobre el por qué no decidieron arrojar los cadáveres al fondo del barranco.
La Policía Nacional y la Guardia Civil trabajan intensamente para dar respuesta a todas las dudas y poner a los culpables frente a la justicia.
