Con esta elegancia Enrique exhibe los movimientos de su caballo. Tiene 81 años y sigue subiéndose a los estribos, lo ha hecho casi toda su vida, normal que consiga domar así al animal. El público valora la espectacularidad, la limpieza del ejercicio y la armonía. Para él la clave está en la función del jinete.Pero qué es exactamente esto de la doma vaquera.
Y para la ocasión hay que estar bien vestido, el jinete de corto, traje típico andaluz, y el caballo de feria, con mosquero de seda y hierro vaquero. La exhibición de doma se realiza desde hace ya 18 años en Pino Santo, un pueblo de Gran Canaria donde casi hay más caballos que personas.