El fallecimiento de Dereck, el niño que fue atropellado en un paso de peatones cuando iba al colegio hace 3 meses, ha reabierto el debate respecto a la seguridad vial de la carretera del Rosario, una de las principales de la capital tinerfeña. Muchos padres aseguran que sigue siendo una zona muy peligrosa.
Hoy la espera a la puerta del colegio para que los niños entren se ha hecho muy dura para los padres.
Han tenido que explicar que Dereck no volverá. Y quieren que su muerte sirva para que se pongan más medidas de seguridad en esta carretera.
El Ampa de denuncia que un par de semanas después del atropello la presencia policial desapareció.
Sin embargo la concejala de seguridad afirma que el proyecto de acercamiento desapareció por falta de voluntarios.
Aunque sí se pudieron en marcha otras medidas preventivas.
Tras la muerte del pequeño la conductora puede enfrentarse a los cargos de homicidio imprudente y conducción temeraria.
