Una vez más trabajadores despedidos según aseguran por venganza se encuentran con familiares y otros trabajadores a las puertas de la residencia. A pesar del sismo mediático, nos aseguran que nada ha cambiado.
Vuelven a contarnos el extremo alcanzado hace unas semanas y las situaciones que provocaban esas carencias.
También nos hablan sobre las consecuencias de la escasa plantilla.
Y nos reconocen el final dramático que presuntamente tuvieron dos residentes por la falta de personal.
Creen que la única forma de que la residencia vuelva a tener los mínimos de calidad con los que contaba es que el actual director sea sustituido urgentemente.