Pasta, arroz, harina y galletas para personas sin recursos
Ese mismo año 2008, uno de los años más duros de la crisis, los responsables del Ayuntamiento de Arona, decidieron almacenar una tonelada de alimentos para necesitados, en los vestuarios de unas instalaciones deportivas abandonadas. Los encontraron de ahí de casualidad y ya estaban caducados.
Tirados en cajas por los suelos o apilados sobre un simple palet en una habitación no apta para el almacenamiento de alimentos. Así se encontraron los operarios los más de mil kilos de pasta, arroz, harina o galletas que estaban destinados a ayuda de emergencia para las familias más necesitadas del Arona. Ayuda del Fondo especial de Garantía Agraria que habitualmente exige un ferrero control de almacenaje y distribución y que estuvo amontonada durante años en un vestuario.
Pero nadie en muchos años echó en falta este lote. Un hecho por el que se ha abierto un expediente informativo para depurar responsabilidades.
Han pasado tantos años en las instalaciones deportivas que nada se ha podido aprovechar, la tonelada de alimentos estaba caducada y bichada.
Un extravío que ha sorprendido a muchas ONG's que nos hablan de las auditorias a las que e someten para poder repartir estas ayuda estatal.
En 15 años de trabajo Sonrisas Canarias ha repartido 7.000.000 millones de toneladas de comida, llegando a atender hasta 36.000 personas en un sólo año.
