Los canarios nos dejamos la garganta en la celebración del triunfo de la roja.Minutos después del final del partido, la plaza de la Victoria de Las Palmas de Gran Canaria se convertía en una marea roja. El triunfo de nuestra selección incluso consiguió unir a diferentes culturas.Lo mismo ocurrió en la Plaza del Príncipe en Santa Cruz de Tenerife, donde se festejó con un extra de euforia.Durante horas la afición canaria no paró de dar saltos de alegría por la gesta conseguida por la selección española.