No hay luz de Navidad, hay que recortar de donde sea. Esta familia canaria con 3 niños en ha visto como se multiplicaba por dos el recibo de electricidad en algo más de un año.Pero los trucos caseros y eliminar los caprichos son insuficientes.
Las familias y las pequeñas empresas son los que más sufren estos incrementos. Loli paga por su peluquería 1.800 euros cada dos meses.En esta pequeña tienda de alimentación temen que esto repercuta en otros conceptos.
Con incertidumbre esperan la llegada de la próxima factura.
En nuestra factura de la luz aparecen dos factores: una parte la fija el gobierno, donde se incluye el coste del transporte, la distribución o la deuda eléctrica. Por otro lado, un porcentaje del 45 por ciento que depende de los precios de la energía. Se fija por una subasta que se realiza cada trimestre en el que pujan las compañías eléctricas y en la que también intervienen entidades financieras. En la última subasta el resultado fue un incremento del precio de la energía que se traduciría en un 10´5 por ciento en la factura de la luz.
La subasta se basa en las previsiones de los 3 meses siguientes, que dependen del aumento o descenso en el funcionamientos de las centrales nucleares, las hidroeléctricas o las de carbón y gas.Ahora queda establecer la fórmula para aplicar la tarifa en enero, una opción podría ser una media de las últimas subastas, aunque casi con seguridad volverá a subir la luz.
