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CONTROLES DE TRÁFICO

No hay trucos para engañar los alcoholímetros

Ni el café, ni hacer ejercicio bajan los niveles de alcohol en sangre

Doce de la noche. Sur de Tenerife. Un dispositivo se prepara para un control de alcoholemia. La mayoría de conductores vienen de cenar. Hora punta para muchos de los imprudentes.

La mayoría de los infractores reconocen haber cometido un error al ponerse al volante bajo los efectos del alcohol.

Las falsas creencias sobre cómo burlar un control de este tipo sigue siendo tema de conversación de muchos conductores. Pero lo cierto, es que aún no hay nadie, que haya engañado a la máquina.

Termina un servicio que se salda con una detención por cometer un delito. 1,10 miligramos de alcohol en aire espirado. Las multas no importan cuando lo que se pone en riesgo es la propia vida.

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