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CRIMEN DE ARINAGA

La Guardia Civil niega la tesis de homicidio en defensa propia

La acusada se ha acogido a su derecho a no declarar

La hermana de la acusada asegura que sufría desequilibrios

Y nos vamos a los tribunales. Después de dos jornadas de juicio, hemos podido ver el rostro de Arancha Amoedo, la joven gallega acusada de matar a su novio en la casa de Arinaga en la que residían. También la hemos visto llorar cuando su madre entró en la sala para testificar, aunque finalmente se acogió a su derecho a no hacerlo. La Guardia Civil niega la tesis de homicidio en defensa propia.

Esta mujer es Arancha Amoedo. Nació en Vigo hace 26 años. Fue ayer por la tarde cuando al fin pudimos ver el rostro de esta acusada de asesinato. Hasta ese momento, siempre había permanecido sentada, con la cabeza gacha. Y así estuvo 90 minutos hasta que en un receso del juicio pidió ir al baño.

En la jornada vespertina también la vimos llorar. Desconsolada, no pudo reprimir el llanto cuando su madre compareció ante el tribunal. Esta cirujano plástica estaba citada como testigo por la fiscal. Pero no declaró. Se acogió a la dispensa legal de permanecer en silencio al ser familiar directo de la acusada. Y a la misma dispensa también se acogió el padre de Arancha, de profesión policía local de Vigo.

Los que si hablaron y mucho fueron estos tres guardias civiles. Fueron los responsables de investigar el escenario del crimen, los que certificaron que la acusada mató con este cuchillo, de una certera puñalada al corazón, a Jordi, su novio de 43 años de edad cuando ocurrieron los hechos, en junio de 2013.

Este testimonio de la policía científica contradice a la defensa de Arancha, que sostiene que la muerte se produjo tras un forcejeo. Los guardias relataron que el cadáver fue arrastrado por una escalera hasta el garaje, donde se encontró el cuerpo aproximadamente 20 días después del suceso.

Esta mañana declaró Alba, hermana de Arancha. La acusada le confesó que la muerte se produjo tras una discusión.

Alba también explicó que su hermana sufría desequilibrios psiquiátricos.

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