La modificación legal supone también perpetuar las centrales eléctricas de las Caletillas, en Tenerife, y de Jinámar, en Gran Canaria. La de Caletilllas, por ejemplo, estaba previsto que fuera cerrada en 2015.
Algo que al alcalde del municipio no ha sentado nada bien. Gumersindo Trujillo habla de arbitrariedad y de no haber tenido en cuenta las alternativas que su municipio había dado para el traslado de esta central eléctrica. La propuesta era ubicarlo en suelo industrial y no urbano.Ahora estudiará las medidas a adoptar incluida la judicial, puesto que desde 1988 la central incumplía la normativa. Mientras, los vecinos del municipio tienen posturas encontradas. La Federación de Municipios también ha manifestado su pesar con ante esta modificación legal.