Durante casi 5 meses unos 400 cazadores participarán en unas cacerías controladas
Ágiles, resistentes y tremendamente voraces, este herbívoro sin depredador en la isla se ha convertido en la mayor amenaza para el ecosistema del Parque Nacional del Teide por ello desde comienzos de mes y hasta octubre se realizan controles de población, en los que participan cerca de 400 cazadores.
Batidas que obligan, por seguridad a cerrar los miércoles y los viernes buena parte de los senderos del Parque. Tajinastes, retamas y otros endemismos forman parte de su alimentación diaria. Hace años a punto estuvo de perderse la escasa población de cardo blanco a consecuencia de los muflones.
Este pariente de la oveja al crecer en población o sentirse amenazada comienza también a amenazar zonas de cultivo de las altas medianías.