Un niño de diez años con una discapacidad motora tendrá que ser trasladado de su colegio porque no puede acceder a las aulas digitalizadas. Su colegio de siempre está situado al lado de su casa, en La Camella en Tenerife. La Consejería de Educación quiere trasladarlo a uno que está a trece kilómetros. Eso conlleva incomodidades para la familia. El pequeño sufre una enfermedad rara, miopatía centronuclear, que le afecta a nivel muscular. Su madre ha iniciado una recogida de firmas para impedir que trasladen a su hijo.
El centro donde estudia actualmente, el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) La Estralla, ha decidido mandarlo a otro alegando que las clases de quinto y sexto son digitalizadas y se encuentran en la planta alta.