Embarcamos en el Braemar un crucero con capacidad para 950 pasajeros, desde esta sala se controla cualquier emergencia en el barco, una vez salte la alarma, la tripulación está preparada para actuar. Accidentes como el de costa concordia o el sucedido hace unos días con un bote salvavidas en Tenerife hace que las compañías examinen aún más sus planes de seguridad y realicen simulacros y sean estrictos con la preparación del personal.
El procedimiento de desembarque en caso de emergencia es sencillo pero requiere entrenamiento..No hay que bajar la guardia, los acontecimientos modifican la seguridad que se hace cada vez más estricta para tener un viaje más seguro.