El 10 de octubre de 2011 asistíamos al nacimiento de un nuevo volcán. Desde Antena 3 Canarias se lo contábamos al resto del mundo. Después de muchos meses de incertidumbre, y miles de terremotos, el volcán submarino asomaba su cabeza bajo el Mar de las calmas. Eran las 5 y cuarto de la madrugada, cuando todas estaciones sísmicas registraban una intensa señal de tremor, la señal inequívoca del comienzo de la erupción en el sur de la isla, en La Restinga.
Comenzaba la evacuación de los vecinos de La Restinga. Los políticos pedían tranquilidad. Los científicos no podía precisar la ubicación exacta del volcán, el primer foco, a 5 kilómetros de la costa. Entre los vecinos, incertidumbre, desesperación pero también templanza entre los mayores del lugar.
Hoy un año después, el proceso sigue su curso. La isla tiene 18 centímetros de deformación acumulada. Y más de 16.400 movimientos sísmicos desde julio de 2011. Hoy, parece dormido, pero podríamos decir que el volcán del Mar de las calmas sólo se echa una siesta, porque el proceso no se ha terminado. Mientras tanto, la isla ha intentado recuperar poco a poco la normalidad arrebatada durante estos últimos 12 meses.
