La policía asegura que es un caso aislado
Pagó 5000 euros para que alguien se encargara de pasar a su hijo por la frontera de Ceuta, pero nunca le contaron que lo meterían en una maleta. Es lo que asegura el padre del pequeño Adou, que ha hablado hoy por primera vez tras salir de prisión. Su mujer pagó la fianza y está en libertad con cargos. Alí Ouattara asegura que se siente aliviado, tras reunirse con el niño. Todavía está pendiente de juicio pero hoy volverá a su vida normal en Fuerteventura, ya con Adou en casa. El pequeño de ocho años tiene un permiso temporal de residencia de un año.
Era el momento en el que veía a su hijo, minutos después de salir de prisión.
Por primera vez vemos a Ali Ouattara. Junto a su mujer Lucie y su abogado aseguró que él no sabía que las personas a las que acudió para traer al niño de Costa de Marfil lo iban a meter en una maleta. Dice que pagó cinco mil euros por un trámite que él pensaba que era legal.
Ahora, confía en que la justicia tenga en cuenta su situación desesperada, ya que le habían denegado en varias ocasiones la reagrupación familiar, traer a su hijo a Fuerteventura, donde viven.
Adou, podrá convivir con sus padres y su hermana en en su casa de Puerto del Rosario. Pero Alí y Lucie todavía tienen un hijo de 19 años en Costa de Marfil que también quieren tener con ellos.
Ali volverá a su vida normal, espera volver a trabajo en una lavandería. Pero sobre todo lo hará con el pequeño Adou durmiendo bajo el mismo techo.
El de Adou es un caso aislado. Y aunque el padre del niño recurrió a las mafias, sus intenciones no eran las que suelen tener las organizaciones criminales que se aprovechan de los flujos migratorios.
Muy diferentes son casos como el de las cuatro mujeres nigerianas liberadas en Lanzarote de una mafia que las explotaba sexualmente. Llegaban en pateras y les hacían contraer una deuda de 50 mil euros.
Como también pagan quienes se embarcan en pateras o cayucos: 3000 euros por persona. Un precio que se ha multiplicado por 4 desde el año 95. En cuanto a la amenaza del terrorismo yihadista, Canarias está está fuera de su ruta habitual.
Un dato que supera en 50 mil personas a todos los inmigrantes que han llegado en patera a Canarias en las últimas dos décadas.
