Posada de Maravillas" da un pase a uno de sus astados en el undécimo festejo de la Feria de San Isidro en Las Ventas

Publicidad

FERIA DE SAN ISIDRO | 18 DE MAYO DE 2015

Destellos de 'Posada de Maravillas' con un novillo de calidad suprema

El novillero extremeño Posada de Maravillas cortó la única oreja del festejo en Madrid, después de hacerle una faena salpicada de destellos artísticos a un utrero de Conde de Mayalde con una calidad suprema en sus bravas embestidas.

Aunque alguno de sus anteriores hermanos de camada ya había apuntado ciertas virtudes, sin poderlas desarrollar por falta de fuerzas o de fondo de raza, fue el cuarto novillo de Conde de Mayalde el que acabó saliendo al ruedo para desbordar clase y profundidad en sus entregadas embestidas.

"Agachado" se llamaba el bello ejemplar de sangre Domecq que, a pesar de la embarullada lidia que se le dio en los primeros tercios, no dejó de descolgar su cuello y su cabeza para emplearse tras los engaños en arrancadas de largo recorrido y absoluta entrega, desde que salió al ruedo hasta que murió de una estocada de rápido efecto.

Ese bravo ejemplar, que será sin duda uno de los mejores y más bravos que se acaben lidiando en esta feria, le cupo en suerte, o no, a Posada de Maravilla, que no se fajó con él capote en mano y se llevó una aparatosa voltereta cuando lo llevaba displicentemente hacia el caballo de picar.

Despojado de la chaquetilla abrió faena el extremeño, citando al novillo desde los medios con la muleta plegada para ponerse de inmediato a torearlo por naturales sin mayores probaturas. Y es que cualquier tanteo era innecesario dadas las evidentes virtudes de un animal que mantuvo hasta el final el mismo ritmo pausado y el mismo recorrido profundo, transmitiendo al tendido clase e importancia en cada arrancada.

La faena de Posada se compuso apenas de cinco series de muletazos, algunos de ellos deslumbrantes, porque fueron auténticos destellos de arte, ya sea por la forma en que se abandonó en los embroques o por su expresividad a la hora de enganchar cada arrancada en los vuelos de la muleta. Pero si Posada sólo acabó cortando una oreja fue porque el trazo de muchos de sus pases no estuvo, por su brevedad, por la falta de un punto mayor de ambición, en consonancia con el largo recorrido y la intensidad de las embestidas de "Agachado", que se fue al desolladero con mucho más que seguir ofreciéndole.

También tuvo clase el primero, aunque lastrada por unos escasos bríos que Posada no acertó a administrar mejor, igual que sucedió con el tercero, otro buen utrero que acabó desfondándose en cuanto Roca Rey le exigió más de la cuenta con la muleta. Antes de que eso sucediera, este novillero peruano le había hecho un soberbio quite de parsimoniosas y deletreadas chicuelinas, alternadas con tafalleras y rematadas con una soberbia larga a una mano.

Tanto Roca Rey como Clemente compitieron con variedad y acierto en los turnos de quites, ya que la novillada de Conde de Mayalde lució más en los primeros tercios que en los últimos. Pero la gran proyección del torero de Lima se vio mejor con el sexto, un utrero de endemoniada aspereza ante el que se mantuvo sereno y firme, con un sobrado valor natural.

Inteligente y fácil, pero sobre todo impávido, Roca Rey se justificó con creces, incluso saliendo violentamente tropezado las tres veces que entró a matar, después de su salida a hombros de esta plaza en el mes de abril. Por su parte, el francés Clemente, solventó con corrección y buen empeño las pocas opciones que le dio el que fue, por rajados y negados, el peor lote con diferencia de esta segunda novillada del abono isidril.

FICHA DEL FESTEJO:

Posada de Maravillas: (silencio); (oreja).

Clemente:(silencio); (silencio).

Andrés Roca Rey: (palmas); (ovación tras aviso).

 

Publicidad