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ACTUABA DESDE UN LOCUTORIO

Detenido en Málaga el líder de una red pedófila que convencía a niños para enviar fotos desnudos

El arrestado, de 38 años, creaba perfiles reclamo en redes sociales para atraer a las víctimas, estudiaba su personalidad e intereses y los manipulaba para obtener imágenes de índole sexual. Hay además otros cinco arrestados en varias ciudades españolas por solicitar estos archivos.

La Policía Nacional ha detenido 'in fraganti' a un pedófilo cuando intercambiaba imágenes de pornografía infantil en un locutorio de Málaga. Los agentes consideran al arrestado, un hombre de 38 años, como el líder de una red internacional de captación que engañaba a menores de edad para que se exhibieran sexualmente a través de Internet.

Creaba perfiles reclamo en redes sociales para atraer a las víctimas, estudiaba la personalidad e intereses de los menores y los manipulaba para obtener imágenes de índole sexual.

Otros dos miembros de la red de producción de pornografía infantil han sido arrestados en Oviedo y Toledo, además de otras tres personas en Barcelona, Tarragona y Málaga detenidas por solicitar y recibir archivos pedófilos, según ha informado la Policía Nacional a través de un comunicado.

La investigación se inició a mediados del año 2013, en el momento en que las administradoras de un foro de Internet detectaron un anuncio en el que se pedían "niños" para que se exhibieran sexualmente en un supuesto "concurso", aderezado con fotografías de pornografía infantil de una menor de corta edad.

Los expertos policiales descubrieron un perfil en una red social que simulaba pertenecer a una menor de edad y cuyos amigos eran, asimismo, chicos de corta edad.ç

Tras este perfil en realidad se encontraba un varón mayor de edad que buscaba atraer a menores. Una vez que los niños contactaban con él, iniciaba una fase de acercamiento en la que se hacía pasar por niñas de edades similares a sus víctimas. Esto le permitía estudiar la personalidad e intereses de cada menor, analizando sus comentarios y gustos para entablar una relación que llegaba a ser de confianza.

Llegados a este punto, y prevaliéndose siempre del engaño creado, las conversaciones derivaban a temáticas de índole sexual, en cuyo contexto los menores accedían a mostrarse desnudos a solicitud del principal investigado con la falsa creencia de que si lo hacían recibirían material gráfico parecido de quien ellos pensaban que era una chica de su edad.

Sin embargo, según los agentes, una vez que los menores accedían a estos requerimientos, este hombre utilizaba las imágenes y vídeos obtenidos para traficar con ellos y conseguir más material.

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