Publicidad

6 DE CADA 100 SINIESTROS FUERON INTENTO DE FRAUDE

El fraude al seguro de coches se ha triplicado desde el inicio de la crisis

La mayoría de los fraudes en el seguro se realizan con el coche. Nueve millones de conductores lo han reconocido, según una encuesta del sector. Los hombres son los que defraudan más y presumen de haber realizado la estafa. Las mujeres defraudan menos, pero fingen más lesiones corporales, y consiguen mayores indemnizaciones.

Los casos de fraude de conductores al seguro del automóvil se han multiplicado por 3,5 desde el inicio de la crisis económica, lo que supone un coste para el sector asegurador de 1.186 millones de euros anuales, casi un 20% más que hace dos años. Así se desprende del III Barómetro del Fraude en el Sector de Autos.

Un 6,3% de los siniestros declarados al seguro son intentos de estafa, lo que supone 3,5 veces más que en 2009. Francisco Valencia, portavoz de una compañía aseguradora apunta que, “seguramente, la crisis tiene algo que ver” en este repunte.

El 71% del fraude se da en el seguro del coche y el propio asegurado es el que intenta defraudar en siete de cada 10 casos. La gran mayoría aluden a daños materiales (95,5%) frente a los daños corporales (4,5%), aunque los primeros tienen un coste medio de 550 euros y los segundos ascienden a 17.400 euros de promedio.

Los daños ajenos al siniestro son la tipología más habitual en los fraudes materiales (77%), seguidos de los montajes preparados con antelación en los que intervienen varias personas (12%), los presupuestos inflados (7%), las averías (1,5%) y los falsos hurtos (1%). Las simulaciones o agravaciones de lesiones se ven en la gran mayoría de los fraudes (98%), principalmente los esquinces cervicales, frente a las enfermedades o lesiones anteriores al siniestro (2%).

Respecto a la época del año, los meses relacionados con las vacaciones (mayo, junio, julio y enero) registran mayores intentos de fraude y el lunes destaca como día de la semana. Cuenca, Murcia y Jaén sobresalen como provincias con más intentos de estafa, y Soria, Salamanca y Burgos, con menos.

El perfil del conductor defraudador es el de un hombre menor de 26 años, con empleo precario o en paro, que justifica su acción por razones de desempleo, intenta incluir más daños de los que realmente tiene en el coche y simula en mayor medida accidentes con contrarios, si bien ha aumentado el de conductores de 30 a 40 años, con estudios superiores y con empleo por cuenta ajena.

Publicidad