Publicidad

EL MUSICAL DE MECANO SE 'REINVENTA' EN MADRID

Razones por las que ir a ver 'Hoy no me puedo levantar'

Ha superado mis expectativas. He acudido a ver el nuevo musical 'Hoy no me puedo levantar' y me parece muy recomendable. ¿Por qué? Os cuento las razones.

Un reestreno suele esconder una manera económica de hacer negocio: se camufla la falta de ideas originales en una bonita cajita con un lazo y se vende como si nos ofrecieran una novedad.

En la mayoría de los casos, ese tipo de fiascos tienen los días contados en la cartelera cultural de nuestro país. El público no es idiota y le pueden engañar una vez, dos nunca.

Tengo que reconocer que cuando recibí la información sobre la vuelta a la Gran Vía madrileña del musical 'Hoy no me puedo levantar' fui escéptico, mucho. Nos 'vendían' las excelencias de este montaje asegurándonos que veríamos una nueva dimensión audiovisual, con la utilización de gigantescas pantallas led.

Ya me imaginaba un pantallón que solo proyectase sucedáneos decorados y poco más. Me equivoqué. Lo que anoche vi no fue un simple lavado. Nada de eso. Había enormes pantallas sí, pero se utilizan de tal manera que logran crear un fantástico efecto tridimensional.

Las proyecciones animadas se integran con el decorado y los movimientos de los actores de forma casi perfecta. El director de iluminación, Carlos Torrijos, es un portento. Hacía tiempo que no veía un diseño de luces tan bueno.

El sonido quizás no alcanza esta excelencia, pero supongo que con el paso de los días y el rodaje del espectáculo se irá perfeccionando.

En cuanto a los actores, todos superan la difícil prueba de la interpretación y el canto. Pero me gustaría hacer algunas matizaciones. Daniel Diges demuestra que domina su principal recurso, la voz. En cambio, flojea un poco en su faceta dramática.

Adrián Lastra da sobradas muestras de todo lo que ha aprendido frente a una cámara (impresionante en su faceta de yonki) y además, como me apunta mi compañera María Pérez Laya, sorprende su vozarrón.

A Canco Rodríguez y Ana Polvorosa se les nota un tanto sonrojados cuando tienen que encarar sus números musicales. Una vergüenza que deberán dejar en el camerino: hay que suplir esos reparos con el desparpajo y comodidad con los que se mueven en la comedia.

A destacar también los papeles de David Carrillo y Alejandro Vega; muy acertada, en este caso, la dirección de actores de Secun de la Rosa.

El musical repasa el universo sonoro de Mecano y, aunque es difícil complacer a todos los fans, uno no echa en falta canciones míticas del grupo: temas que por momentos son acompañados a modo de karaoke por un rendido público.

Un público que al salir del teatro se lleva un trocito del espíritu de los 80 y un 'subidón' que invita a seguir la fiesta a pesar de los precios de las entradas.

Publicidad