Un negocio en auge. Los "cazaherencias"

"Nuestra oficina es el cementerio pues pasamos en él bastante tiempo investigando. Es como una especie de archivo" asegura Pablo, un cazaherencias. "Nuestro trabajo consiste en localizar a los posibles herederos de la fortuna de una persona fallecida que quizá no conocieran. De hecho, hay muchas personas fallecidas que pudieron ser millonarios en su momento y ni ellos mismos conocerlo, pues a lo mejor venían de una o dos generaciones anteriores, por lo que es muy complicado que se lo pudieran trasmitir a sus herederos. Se dice entonces que sus bienes quedan yacentes", afirma Pablo.

Estos cazaherencias se pueden llevar una comisión de hasta el 50 por ciento y argumentan que si no fuera por su labor, ese dinero nunca lo cobraría el beneficiario. Pablo asegura que se trata de un negocio en auge y que pronto tendrán que ampliar plantilla.