AGUAS PROHIBIDAS

Esta serie adictiva de Netflix te sumergirá en un misterio con un virus peligroso en solo 7 capítulos

La plataforma Netflix acaba de estrenar un thriller de misterio sobre un virus que hace un pertinente retrato de la sociedad postcovid. No te pierdas la serie Aguas Prohibidas.

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Una de las ventajas que tienen las grandes plataformas de streaming es que nos han acercado, más aún, la posibilidad de ver series de todo el mundo con solo presionar el play en nuestro mando y, a pesar de que las norteamericanas siguen copando el mercado, ahora resulta más fácil que una serie coreana como El juego del calamar se convierta en un éxito global o que nos acerquemos hasta una ambiciosa producción de La India como es Aguas Prohibidas (Kaala Paani en su título original), recientemente estrenada en Netflix. Y aunque quizás su proyección internacional no vaya a llegar a tan altas cotas como la serie del peligroso juego surcoreano, la serie que hoy nos ocupa ofrece un entretenimiento absorbente, paisajes bellamente fotografiados y un tema de rabiosa actualidad en una sociedad postcovid.

Nos movemos a un futuro cercano, el año 2027, y a las cautivadoras islas de Andamán y Nicobar, situadas en el Golfo de Bengala y pertenecientes a La India (aunque más cercanas a Birmania). Allí, las tranquilas vidas de sus residentes, y también las de muchos turistas, están a punto de verse expuestas al peligro. La doctora Soudamini Singh (interpretada por Mona Singh) comienza a investigar en el hospital local una extraña enfermedad que provoca a sus pacientes unas manchas negras en la espalda, hipo y luego una muerte repentina. Pronto descubrirá que hubo un brote similar hace años, en la década de los ochenta, y que mató a menos de una decena de personas. Para ella, es razón suficiente para establecer una alerta sanitaria, pero las autoridades no la apoyan.

Y es que en las islas, mientras esto sucede, está a punto de celebrarse un festival turístico que se pretende proteger a toda costa por el beneficio económico que reportará. Medio millón de personas quedarán expuestas a esta enfermedad a la que nadie quiere dar la importancia que merece, pero que, por supuesto, la tendrá. El pánico está a punto de desencadenarse y solo Soudamini sabe que el agua es la forma de contagio. El agua será, también, los muros de una cárcel para los infectados y los supervivientes, que serán contenidos en las islas sin posibilidad de escapar. Al menos, hasta que los científicos den con una cura.

Así, la serie dialoga a través de una enfermedad ficticia con la situación del covid, los escenarios que se dieron (desde la respuesta gubernamental a la reacción de la población) y el impacto que tuvo en personas concretas. Es por ello que Aguas Prohibidas introduce, además, a un amplio abanico de personajes que luego se verán afectados por la situación, como una familia de turistas, un hombre poco fiable que se gana la vida en la isla como puede o dos exnovios que se reencuentran años después de separarse, entre otros. Sus tramas, aunque bien desarrolladas, son quizás demasiadas y eso hace que la serie, sin un protagonista claro, sea a ratos algo dispersa. No en vano, hay alguna línea más a explorar, como los indígenas orakas, sobre los que se pone la duda de si están relacionados con la difusión de la enfermedad, o una misteriosa compañía llamada Atom que podría no ser trigo limpio.

Pero más allá de esa apuesta quizás demasiado alta en cuanto a historias que contar (que no solo puede acusar dispersión en la atención, sino también disparidad de interés), Aguas Prohibidas utiliza elementos típicos del género de desastres ambientales y la expansión de virus con cierta destreza, no sin perder de vista que la ficción sirve también para tocar temas complejos como la explotación de la naturaleza y sus recursos, la corrupción, el impacto negativo del turismo o el valor de la identidad local.

Por delante, siete episodios para sobrevivir a una crisis devastadora, con mascarillas y todo.

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