Julia Roberts abandonó 'Shakespeare in love' porque fue "un desastre" pero Gwyneth Paltrow ganó el Oscar

'Shakespeare in love' se estrenaba en el año 1998 con Gwyneth Paltrow y Joseph Fiennes como protagonistas. La cinta fue todo un éxito y se hizo con un total de 6 premios Oscar entre ellos el de Mejor Película y Mejor Actriz.

Ahora, todo el mundo se imagina al personaje de Viola de Lesseps en la piel de Gwyneth Paltrow pero el papel fue a parar primero a manos de Julia Roberts quien lo aceptó pero todo acabó siendo un fracaso.

El productor de la película Ed Zwick lo ha revelado en un ensayo para Air Mail donde explica que Universal Pictures no dudó en financiar la peli al saber que la joven Julia Roberts, entonces de 24 años, era la protagonista: "La mera posibilidad de que Pretty Woman lleve un vestido con corsé entusiasmó al estudio lo suficiente como para gastar la pasta", afirma Ed.

Entonces Roberts viajó hasta Londres para realizar varias lecturas de guiones con "actores jóvenes aún por descubrir" para el papel de William Shakespeare. Una tarea que se complicó en exceso ya que Julia encontraba "fallos en todos ellos".

La cuestión es que Julia Roberts quería que Daniel Day-Lewis fuera el elegido pero el actor ya estaba involucrado en un proyecto. Aún así, la actriz no se daba por vencida y cuenta Zwick la intérprete aseguro que podía convencerle y le mandó "dos docenas de rosas" con una nota donde escribió: "Sé mi Romeo".

Daniel Day-Lewis no aceptó el papel y Julia tuvo que hacer la prueba como muchos actores entre ellas con Ralph Fiennes, hermano de Joseph Fiennes quien lograría luego el papel, pero fue un auténtico "desastre".

"Ralph hizo todo lo posible por provocar su famosa sonrisa, Julia apenas se inmutó", escribe Zwick. "No estoy diciendo que ella estuviera saboteandolo deliberadamente, pero de todos modos fue un desastre. Traté de llamar la atención de Ralph para disculparme cuando se fue, pero no pudo salir de allí lo suficientemente rápido. Después de que se fue, me volví hacia Julia, esperando su reacción. 'Él no es gracioso' es todo lo que dijo".

Las siguientes pruebas fueron "igual de mal": "Ya no tengo mi lista de actores, pero entre los jóvenes actores aún por descubrir, recuerdo: Hugh Grant, Rupert Graves, Colin Firth, Sean Bean, Jeremy Northam. Julia encontró fallas en todos ellos: uno era rígido, otro no era romántico, y así sucesivamente".

Por último, Julia Roberts hizo una lectura de química con Paul McGann: "En la mañana de la prueba, Julia salió de maquillaje estando radiante con un traje de época completo. Pero una vez que comenzó a decir las palabras, algo andaba mal. No había magia. El problema no era el guion. O Paul McGann. Era Julia. Desde el momento en que comenzó a hablar, estaba claro que no había estado trabajando en el acento", explica el productor.

"Sentí su incomodidad. Intenté animarla, pero debió notar mi disconformidad. Cometí el trágico error de subestimar su inseguridad. Recién llegada a la cima de Hollywood, se debía de sentir aterrorizada por fallar. Nunca pude hablar con ella. Cuando llegué a su habitación a la mañana siguiente, me dijeron que se había marchado. No he vuelto a hablar con Julia. En lugar de eso, he visto de lejos cómo lograba ganar altura y profundidad en sus trabajos. No le deseo ningún mal. Era una joven asustada de 24 años. Yo tampoco era mucho mayor e intentaba actuar como un adulto, mientras veía el Golden Theatre derrumbarse ante mí y, con él, mis sueños de grandeza", termina diciendo.

En esas semanas la productora se había gasta 6 millones de dólares. Entonces la película se paralizó hasta que años después Miramax reanudó el proyecto y el resto es historia.

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