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¿Tus joyas son de plata? El hielo te lo dirá

En ocasiones hay joyas que, por muy plateadas que sean, no significa que estén hechas realmente de plata.

Joyas de plata

Joyas de plataPexels

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Junto con el oro, la plata es uno de los elementos más utilizados para realizar piezas de joyería. Pero hay que tener en cuenta que algunas joyas parece que son de plata, pero en realidad están hechas de otros materiales con un color similar. Para algunas personas, saber qué material es, es muy importante porque algunos producen alergias.

La primera indicación de que esa joya es realmente de plata es el sello de garantía. Allí pondrá si es de plata de ley y cuál es el grado de pureza. Hay cuatro: 800, 900, 925 y 999. Aunque es verdad que a veces no podrás encontrar esta prueba.

Por eso, te vamos a mostrar otros tres trucos que puedes hacer en casa para comprobar que tus joyas son de plata de verdad.

El truco del cubito de hielo

La plata es un material muy buen conductor del calor. A partir de esta premisa, puedes realizar la prueba del hielo. Es tan sencillo como poner la joya encima de un cubito. Si el hielo se empieza a derretir al cabo de unos segundos, ¡bingo!, tu joya es realmente de plata. En caso contrario, que el hielo tarda en derretirse, quiere decir que la pieza está hecha de otros materiales.

Así lo ha comprobado Ernestina Zuelgaray, diseñadora de joyas, en un vídeo que ha colgado en su perfil de Instagram (@ernestinazuelgarayjoyas).

Ernestina explica a NovaMás que, para hacer este experimento, hay que tener en cuenta la temperatura de la habitación donde se lleva a cabo: "Ocurre que si la habitación donde está la plata conduce el calor en su entorno, al ponerse en contacto con el cubo, lo transfiere al hielo. El aumento de la temperatura en su superficie hará que cambie de fase sólida a líquida. Si el ambiente en el que se encuentra el hielo es tan frío como este, puede que este experimento no resulte como te gustaría porque la plata no tendrá calor para transferir".

Otros trucos eficaces para comprobar que una joya es de plata

El siguiente truco también es muy sencillo de realizar. En este caso coge un paño y limpia la pieza. Si ves que el trapo tiene manchas negras, quiere decir que la pieza es de plata. Esto ocurre por la reacción del metal a la exposición con el aire.

Si en casa tienes a mano un imán, además de colocarlo en la puerta de la nevera, te va a servir para saber que no te han dado gato por liebre. La plata no es magnética, o muy poco. Por lo tanto, si la joya queda totalmente pegada al imán es que es de un material distinto.

Y, por último, si quieres una cuarta opinión que confirme tus sospechas, coge un poco de cloro o lejía. Échale una gotita por encima de la pieza y espera a ver si reacciona. Si al cabo de unos segundos ennegrece, entonces es plata. Al entrar en contacto con el cloro o la lejía, aparece el óxido. Pero no te asustes que estas manchas se limpian fácilmente si es plata de verdad y la joya recupera su color original.

Cómo limpiar una joya de plata

A propósito de lo que hemos comentado sobre la facilidad con la que se limpia la plata, aquí tienes algunos métodos sencillos y caseros para limpiar este material.

El primero es con agua y zumo de limón. En primer lugar, pon agua a calentar. Cuando esté hirviendo, échale el zumo de un limón y luego las joyas. Al cabo de unos 8 o 10 minutos, sácalas, acláralas con agua y sécalas con un trapo (que no esté húmedo).

La segunda manera de limpiar la plata es con bicarbonato de sodio. En vez de echar zumo de limón al agua caliente, pon el bicarbonato. Luego, esta mezcla échala en un bol forrado en su interior por papel de plata y pon las piezas que quieras limpiar. Tras unos cinco minutos, pásalas por un chorro de agua fría y sécalas.

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