SIN AMENAZAS

"Si te portas mal, no te van a traer nada los Reyes": Por qué hay que dejar de amenazar así a los niños

Debemos evitar a toda costa las amenazas para controlar el comportamiento de los niños. ¿Trataríamos así a un adulto? ¿Entonces por qué a un niño sí?

Una familia junto al árbol de Navidad

Una familia junto al árbol de NavidadPexels

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La temporada navideña trae consigo la emoción de los regalos de Papá Noel y Reyes Magos, pero a menudo caemos en la tentación de usar amenazas para controlar el comportamiento de los niños. Sin embargo, es esencial comprender por qué este enfoque puede ser perjudicial y cómo podemos cambiarlo para una crianza respetuosa. 

Por qué no hay que usar amenazas con los niños

Frases como la de "si te portas así de mal, los Reyes no te van a traer nada" suelen generar miedo, ansiedad e incluso una sensación de castigo a los niños. Si bien es comprensible que los padres busquen formas de guiar el comportamiento de sus hijos, recurrir a estas amenazas afecta directamente la confianza y el vínculo entre padres e hijos.

Las amenazas pueden tener varios impactos negativos en el desarrollo y bienestar emocional de los niños, por ejemplo:

  • Generar temor y ansiedad
  • Fomentar el comportamiento por miedo al castigo
  • Fractura de la confianza
  • No promover la resolución de problemas

Frases alternativas para fomentar un comportamiento positivo:

  • Me encantaría ver cómo te portas genial para disfrutar juntos de la magia de los Reyes Magos
  • Qué tal si trabajamos juntos para crear un ambiente de armonía y alegría esta temporada?
  • Recuerda que tus acciones tienen un impacto en los demás. ¿Cómo podemos asegurarnos de que todos disfrutemos de estas fiestas?
  • Reconozco tu esfuerzo en mejorar tu comportamiento, sigue así, confío en que cada vez será mejor
  • Es una gran época, estoy seguro que todos podemos disfrutar de ella poniendo esfuerzo en lo que cada uno sabe para mejorar
  • Recuerda, está bien cometer errores. Lo importante es que aprendemos de ellos
  • A veces cuando nos sentimos frustrados, respiramos profundo, ¿quieres que lo probemos juntos?

Trucos para dejar de amanazar a los hijos

La idea de un nuevo enfoque comienza dejando atrás las amenazas, y en lugar de ello, fomentar el diálogo abierto. Es decir hablar directamente con nuestros niños, sobre sus emociones y comportamientos para que de esta forma se fortalezca la relación y se promueva la comprensión mutua.

Además, dar importancia a la empatía y comprensión. Tratar de entender sus sentimientos y necesidades nos permite tener una visión amplia para abordar los desafíos de una manera más compasiva.

Esto por supuesto, debemos establecer límites claros y hablarlos abiertamente, pero sin recurrir a las amenazas. Apostemos por explicarles con calma y conexión las expectativas y consecuencias naturales de ciertos comportamientos porque les ayudará a comprender mejor las reglas y lo que conlleva.

En conclusión, podemos decir que los niños aprenden más y mejor a través del ejemplo que de las palabras. Demostrar respeto, empatía y manejo adecuado de nuestras emociones en situaciones difíciles, les enseña a comportarse de manera similar.

Ahora sabemos que las amenazas, pueden parecer una forma rápida de corregir el comportamiento, sin embargo, pueden tener consecuencias negativas a largo plazo.

La temporada navideña es una maravillosa oportunidad para cultivar la conexión y el amor entre padres e hijos. Optemos por enfoques que fomenten la armonía y el entendimiento, dejando de lado las amenazas y promoviendo una educación que se base en respeto mutuo y afecto, preparando así el camino para un crecimiento emocional saludable en nuestros hijos.

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