¿Se te pone mala la lechuga rápidamente dentro de la bolsa? ¡Así podrás evitarlo!

No todas las hortalizas se conservan de la misma forma, por lo que no vale aplicar lo mismo para todas. Algunas toleran el frío mejor, sin embargo, otras aceleran su deterioro. La que mejor se conserva con el frío es la lechuga. Pese a ello, cuando está cortada se recomienda consumir esta hortaliza en pocos días para evitar que se estropee, ¿cómo evitar que se ponga mala tan rápidamente?

Al contrario de lo que muchas personas creen, lo mejor para conservar una lechuga es guardarla en el frigorífico. Abrir una bolsa de lechuga a veces supone un reto porque se estropea a los pocos días sin que te dé tiempo a consumirla entera. En cambio, si lo que tienes es la lechuga entera lo mejor para conservarla durante más tiempo es envolverla en papel de aluminio. Eso sí, debes asegurarte de que esté cubierta en su totalidad y sobre todo poner la fecha con rotulador para no perder de vista cuándo la has guardado.

Sin embargo, la manera de conservar la lechuga picada o la que viene cortada y lavada en bolsas no es igual que una lechuga entera. Por ello, si prefieres dejar las hojas limpias y listas para consumir, puedes guardarlas en un táper de cristal cubierto con papel de cocina para que absorba la humedad y así evitar que se estropeen. Eso sí, asegúrate de que tiene un cierre hermético para que no entre aire, por lo que cada vez que quieras preparar una ensalada solo tendrás que coger la cantidad que desees.

Este truco no es el único, porque también puedes guardar la lechuga en su bolsa y meterla en un táper de cristal. En este caso deberás cubrir con papel de cocina la lechuga que no vayas a ingerir y cerrarlo herméticamente con una pinza.

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