PROYECCIÓN

La Ley del Espejo: Cuando buscas en los demás lo que quieres cambiar en ti mismo

Si hay un concepto psicológico que nos puede ayudar a ser más felices, ese es la Ley del Espejo. En este artículo te explicamos que es y como aplicarla de manera práctica en tu día a día.

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Existen muchos conceptos psicológicos para definir el comportamiento humano. Uno de ellos es la Ley del Espejo, que hace referencia a la tendencia humana de proyectar nuestras propias cualidades, deseos, miedos o inseguridades en otras personas. Esencialmente, es la idea de que lo que vemos en los demás que no nos gusta, a menudo, refleja aspectos de nosotros mismos que deseamos cambiar o reconocer.

Explicado de otra forma, es como si el mundo fuera un terreno neutro y cada uno de nosotros, con nuestras experiencias y traumas, le diéramos una interpretación distinta a través de lo que vemos con nuestros ojos. De este modo, el mundo estaría actuando como un espejo en el que se reflejan los intrincados más complejos de nuestro interior. ¿De dónde sale la Ley del Espejo? ¿Cómo nos puede ayudar en nuestro día a día? Lo contamos a continuación.

¿De dónde sale la Ley del Espejo?

El origen de la Ley del Espejo hace referencia al concepto de "proyección" del renombrado psicólogo suizo Carl Jung, quien tiene una frase que resume a la perfección la teoría que estamos tratando en este artículo: "Todo lo que nos irrita de los demás, nos puede ayudar a entendernos mejor a nosotros mismos".

La Ley del Espejo es también el nombre del libro del experto en coaching y asesoramiento psicológico japonés Yoshinori Noguchi. A través de una historia de ficción, este médico explica, desde la perspectiva de la filosofía oriental, cómo debemos enfrentarnos a nuestro verdadero yo para poder solventar todos los problemas que nos atormentan.

¿Cómo funciona la Ley del Espejo?

Cuando observamos características, comportamientos o actitudes en los demás nos pueden atraer o repeler, y esas reacciones suelen estar vinculadas a aspectos de nuestra propia psicología.

Por ejemplo, si envidiamos a alguien por su éxito, es posible que estemos proyectando nuestra propia ambición o inseguridad. Del mismo modo, si juzgamos duramente a alguien por un rasgo que consideramos negativo, es probable que estemos reprimiendo o evitando reconocer ese mismo rasgo en nosotros mismos.

Esto puede ocurrir incluso dentro de la pareja. Situaciones tan comunes y normalizadas como los celos, podrían ser un aviso de falta de autoestima. En este post de @mujeroficial, encontramos más ejemplos de la Ley del Espejo en la relación de pareja.

Cómo aplicarla en el día a día

La comprensión de la Ley del Espejo puede tener un impacto significativo en nuestra vida cotidiana y ayudarnos a estar mejor con nosotros mismo y con los demás. Al prestar atención a nuestras reacciones emocionales hacia los demás, podemos obtener valiosas pistas sobre nuestros deseos no expresados e inseguridades. Esto nos permite conocernos mejor y trabajar en nuestro propio desarrollo.

Por otro lado, es importante reconocer también que las personas que nos rodean también proyectan sus propias emociones e inseguridades. Si lo vemos, desarrollamos una mayor empatía. En lugar de juzgar rápidamente a los demás, podemos tratar de entender sus experiencias y desafíos desde una perspectiva más comprensiva, lo que nos evitará frustraciones y sentimientos de impotencia, así como conflictos innecesarios. De este modo podemos promover una comunicación más efectiva con los demás.

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