¿Conoces las habilidades que tienes?

Desarrollar nuestro autoconocimiento es básico para ser felices porque es lo que nos permite tomar decisiones según nuestras necesidades y deseos.

Crear el hábito de reflexionar es una acción fundamental para el autoconocimiento, ya que nos permitirá dedicar tiempo y espacio para valorar lo que pensamos y el rumbo que debemos escoger para alcanzar nuestros objetivos. Reflexionar es la estrategia de consciencia más fácil de realizar y no necesitamos a nadie más para ello.

Además, cuando reflexionamos podemos experimentar emociones negativas o positivas, pero lo importante es que independientemente de lo que sintamos, la reflexión nos ayudará a identificar el punto en el que estamos exactamente y qué debemos potenciar o mejorar de nosotros mismos.

Ejercicio inicial

Como calentamiento inicial antes de meternos de lleno en el tema de las habilidades, te animo precisamente a lo que explicábamos: a reflexionar. Concretamente, te animo a reflexionar sobre las áreas de tu vida que son más importantes para ti, por ejemplo: tu carrera profesional, tus finanzas o tus relaciones personales. Se trata de algo muy personal y exclusivo. Es recomendable incluir las áreas que sean una prioridad ahora mismo en tu vida.

Cuando hacemos este tipo de ejercicios, siempre nos enfocamos en aquello que debemos mejorar, pero en este caso vamos a fijarnos en aquello que ya hacemos bien y que queremos resaltar.

Por ejemplo:

• Área identificada: relaciones personales.
• Lo que hago bien en ese área: reconozco fácilmente las emociones de las personas a mi alrededor y soy capaz de generarles confianza y tranquilidad. Además, estoy comprometida con mis relaciones porque les dedico con frecuencia tiempo de calidad.

Reflexiona ahora pensando en tu caso: identifica un área (o varias áreas) importante de tu vida y piensa en lo que haces bien dentro de ese área. Igual que en el ejemplo. ¿Lo tienes? Perfecto. Ahora ahondemos más en tus habilidades.

Qué son las habilidades

Las habilidades son las capacidades y aptitudes que permiten a una persona realizar una tarea o actividad de forma adecuada y eficiente. Por ejemplo: las habilidades sociales.

Como explicábamos en los párrafos anteriores: debemos empezar por conocernos a nosotros mismos. A partir de este punto seremos capaces de diferenciar los distintos tipos de habilidades que existen y que poseemos. Conocer nuestras habilidades nos permite ser capaces de afrontar retos personales y profesionales de una forma adecuada.

Si conseguimos desarrollar al máximo nuestras habilidades, las conseguiremos convertir en fortalezas. Nuestras habilidades deben manifestarse de forma constante y destacable en el tiempo para convertirse en fortalezas. Algunos ejemplos de fortalezas son: responsabilidad o autoestima.

Tipos de habilidades

Existen dos tipos de habilidades, que serían las siguientes:

• Personales: las habilidades personales son las también llamadas “habilidades blandas” o “soft skills”. Por ejemplo: la toma de decisiones, la eficacia trabajando en equipo, la proactividad, el liderazgo, la empatía y la comunicación.
• Profesionales: las habilidades profesionales también se llaman “habilidades duras” o “hard skills”. Se desarrollan mediante la formación y la experiencia. Por ejemplo: saber hablar un segundo o tercer idioma, manejar programas específicos y redactar documentos de temas concretos.

Cómo saber cuáles son tus habilidades

Para saber exactamente cuáles son tus habilidades, puedes seguir los siguientes pasos:

• Reflexionar: dedícate tiempo y espacio, valora tus pensamientos y analiza si tus pensamientos son coherentes con tus conductas.
• Identificar: identifica qué se te da bien, qué te gusta y aquello a lo que le das más importancia en el día a día.
• Analizar tu personalidad: conoce el tipo de persona que eres, cómo te relacionas con el mundo y con los demás.

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