PEQUEÑAS ACCIONES

5 trucos para alargar la vida de tus ramos de flores

Conservando correctamente los tallos, cambiando el agua cada cierto tiempo o alejándolos de las frutas. Estas son solo algunas de las acciones que deberías llevar a cabo, si buscas alargar la vida de tus ramos de flores. ¡Conseguirás que la primavera entre en tu hogar por la puerta grande!

Ramo de flores

Ramo de floresPexels

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Todos sabemos que la primavera es la época con más vida, la estación del año en la que los insectos despiertan y las flores se abren, llenando los campos de colores. Por ello, las floristerías tienen una oferta de flores mucho más extensa, variada y repleta de tonalidades, algo a lo que no nos podemos resistir. ¡Seguro que cuando pasas por al lado de una, te ves con la necesidad de comprar un ramo para decorar tu salón!

Esta decoración de origen natural llena de alegría cada estancia y sus aromas nos embriagan, además de ser una idea de regalo personalizable y muy apropiada. Por desgracia, ese toque tan bello dura tan solo unos días hasta que empieza a marchitarse. Y, una vez se inicia ese proceso, ya no hay vuelta atrás. Como sabemos que es algo muy frustrante, te traemos algún que otro truco para alargar un poco más la vida de tus ramos de flores.

Así puedes alargar la vida de tus flores cortadas

Cambia continuamente el agua

Una vez tengas tu ramo en casa, debes buscar el jarrón más adecuado para conservar tus flores, pero lávalo muy bien antes de ponerlas para evitar que, si hay partículas, estas ensucien el agua. Para poder prolongar la vida de tus flores, deberás cambiar el agua del jarrón cada dos o tres días -debe cubrir 7-10 centímetros-, solo así conseguirás que se mantenga lo suficientemente limpia y fresca como para que tus plantas estén hidratadas.

En verano, puedes hacerlo cada día, porque el agua se evapora antes. Además, puedes añadir unas gotitas de lejía al líquido, pues lucharán contra las bacterias que se puedan formar.

Cuida bien los tallos

Preparar los tallos y mantenerlos perfectos es una tarea imprescindible. Antes de poner en agua el ramo, elimina todas aquellas hojas y elementos del tallo que se vayan a sumergir; de lo contrario, también contaminarán el agua.

Esto ayudará a que las flores se hidraten más y mejor. Precisamente, para favorecer este proceso, puedes disolver una aspirina en el agua para que el líquido sea absorbido correctamente y llegue hasta la flor, también puedes hacer una mezcla casera con agua, zumo de limón y azúcar. Y, por último, corta los tallos en diagonal cada dos días, para favorecer la absorción.

Busca el mejor lugar de la casa

Aunque quizás te encante tener el jarrón cerca de una ventana donde da el sol, ese lugar puede ser el causante de que tus flores se marchiten tan solo unas horas después. Es muy importante encontrar el lugar perfecto en casa para que tengan más tiempo de vida. Lo más recomendable es ubicar el jarrón en un lugar fresco y bien iluminado.

No las pongas en sitios en los que entren en contacto directo con el sol, ni donde se desprenda calor, como cerca de ventanas o calefactores. Si lo haces, tus flores se deshidratarán a mayor velocidad. Tampoco las pongas cerca de la fruta, porque estos alimentos desprenden un gas de origen natural llamado etileno que acelera su marchitamiento.

Elimina cualquier pétalo marchito

Es importante que compruebes a diario si hay pétalos y flores que han empezado a marchitarse. Aunque no afectará necesariamente al resto del ramo, puede que hayan empezado a marchitarse debido a alguna enfermedad u hongo. En estas situaciones es fundamental retirar la flor afectada lo antes posible para evitar que se propague.

Esto también nos ayudará a lograr que el ramo tenga una apariencia mucho más agradable, pues retirando lo marchito conseguimos que se sigan viendo como recién cortadas.

Flores de temporada y de proximidad

Otro factor a tener en cuenta si quieres conservar tu ramo durante más tiempo es el tipo de flores que vas a comprar. Si optas por comprar flores de temporada, estas se van a conservar mucho mejor al ser más frescas, además de haber sido cultivadas en las condiciones ambientales del momento, por lo que les será más fácil sobrevivir al clima.

Elige también las de producción local. Además de ser una opción más sostenible y económica al restar los costes de transporte, las que son importadas llegan a tu casa unos días después de ser cortadas y duran menos.

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