EN VÍDEO
Pablo Urdangarin, entre lágrimas, recibe el consuelo de su madre y su novia, la infanta Cristina y Johanna Zott
En las gradas, ya se ha vuelto habitual ver a la infanta Cristina y a Johanna Zott dejarse la piel apoyando a Pablo Urdangarin. Pero no todo son victorias. En el último partido, el sobrino del Rey no ha podido contener las lágrimas. Y las imágenes muestran cómo su madre y su novia han sido el perfecto consuelo en un momento de vulnerabilidad.
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El último partido que ha jugado Pablo Urdangarin, convertido en una promesa del balonmano de la misma forma que lo fue su padre, no ha sido como esperaba. Y así lo muestran las últimas imágenes y el vídeo en el que el joven no puede evitar romper en llanto.
A pesar de los esfuerzos del Granollers por alzarse con la victoria, el partido ha terminado con un empate que no ha sentado nada bien al hijo de Iñaki, mostrando así su faceta más vulnerable y sensible. Pero también la más maternal de la infanta Cristina, que ha presenciado el partido en compañía de la que se ha convertido ya en uno de sus apoyos, su nuera Johanna Zott. Y es que, mantienen una maravillosa relación que ha quedado patente, una vez más, en sus risas, sus confidencias y sus gestos cercanos.
Sin embargo, todas las miradas han ido a parar al sobrino del Rey, que se ha roto y ha sido incapaz de contener las lágrimas después del pitido final del partido, cuando se ha acercado a hablar con su madre y su novia, que han sido sus grandes apoyos.
Una escena completamente inesperada de la que han sido testigo las cámaras de Europa Press y en la que la infanta Cristina ha mostrado su lado más cariñoso y cercano con su segundo hijo. A pesar de sus intentos por consolarle, con miradas y caricias que reflejan lo unidos que están, Pablo se ha mantenido cabizbajo y muy serio. De la misma forma que Johanna ha intentado animarle y mostrarle todo su apoyo, dándose un beso que también ha sido captado por las cámaras y que deja constancia del punto en el que se encuentra su relación.
Y es que, que la infanta Cristina es una madraza no es ninguna novedad. La hermana de Felipe VI compagina a la perfección su vida en Ginebra y sus compromisos profesionales con su vida personal, y siempre que su agenda se lo permite viaja a Barcelona para ver a su hijo, Pablo Urdangarin.
Con Miguel de regreso en casa tras finalizar sus estudios de Ciencias del Mar en Inglaterra, Irene en Camboya haciendo un voluntariado desde hace varios meses, y Juan trabajando en Londres para una de las empresas de Alejandro Agag -dedicado al incentivo del uso de coches eléctricos-, la hija del rey Juan Carlos ha intensificado sus visitas a nuestro país -donde también tiene compromisos laborales- y se ha convertido en algo habitual verla en las gradas en los partidos de Pablo con el Fraikin BM Granollers de Balonmano.
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