CONSEJO

No tires la piel del ajo: así puedes convertirla en un sazonador para dar más sabor a tus comidas

El ajo es un imprescindible en nuestra cocina ya que lo utilizamos diariamente. Cuando utilizamos este alimento, solemos desechar las pieles, pero podemos convertirlas en algo delicioso.

Persona pelando ajos

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El ajo es un elemento esencial en nuestras cocinas ya que potencia el sabor de nuestros platos. Utilizamos muchísimos, casi a diario y siempre tiramos todas las cascaras, sin embargo, podemos utilizarlas para hacer algo muy útil. Podemos convertirlas en un polvo de ajo, igual que el que compramos en las tiendas.

Amontona todos los restos del ajo y lávalos en un recipiente para quitar la suciedad. Después, sécalos con cuidado utilizando un poco de papel o un paño de cocina, insistiendo en eliminar toda la humedad que está presente para que tengan una textura crujiente.

Persona pelando ajos
Persona pelando ajos | iStock

Después, esparce las cascaras en una bandeja de horno, asegurándote de que están separadas y evita que se amontonen. Mete la bandeja en el horno y prográmalo a 150 grados con calor arriba, abajo y ventilador. Debemos tener en cuenta que tardarán tiempo en deshidratarse del todo, es importante no aumentar la temperatura, ya que si no se quemarán. Paciencia.

Cuando estén crujientes, sácalas del horno y espera que se enfríen. Mas tarde, mételas en un procesador de alimentos y tritúralas hasta obtener un polvo fino. Mete este polvo en un frasco de vidrio hermético y puedes conservarlas durante meses. Para personalizarlo puedes mezclarlo con otras especias como orégano y sal, creando así tu propio condimento listo para dar sabor a tus platos favoritos.

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