ENTRE EL BREAKFAST Y EL LUNCH...
Las seis claves del éxito en un brunch casero
Cada vez está más de moda esta fórmula que une desayuno y comida. ¿Te atreves a prepararlo en casa? Repasamos las recetas que no pueden faltar en un buen brunch.
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La palabra brunch es un acrónimo de las palabras inglesas breakfast (desayuno) y lunch (comida o almuerzo). Se trata de mezclar las dos comidas en una, y se suele tomar los fines de semana, esos días que nos levantamos tarde y casi coinciden los horarios de la comida y el desayuno.
Su origen es anglosajón (no está muy claro si proviene de Inglaterra o de Estados Unidos), por eso incluye recetas típicas de esta gastronomía, con el desayuno inglés como base: huevos, tostadas, bacon, salchichas y judías. Sin embargo, ahora esta comida se ha actualizado e incluye recetas más elaboradas y originales.
Al ser una mezcla de desayuno y comida, en un buen brunch tiene que haber platos dulces y salados, y el horario ideal para tomarlo está entre las 12 y las 13 horas.
Lo mejor de organizar esta comida en casa es que no requiere muchas complicaciones. Sus recetas son rápidas y sencillas y permiten al anfitrión disfrutar de la comida junto a los invitados.
Es tan sencillo como colocar los diferentes platos a modo de bufet y que los comensales los combinen a su gusto.
Los imprescindibles en un buen brunch:
1. Bebidas
El cóctel mimosa es un clásico de cualquier brunch que se precie. Se trata de un cóctel a base de cava o champagne y zumo de naranja natural.
El cóctel Bellini es otro de los que más se toman en esta comida. Está elaborado con un espumoso (cava o champagne) y zumo de melocotón.
El café o el té, en función del gusto de cada comensal, son bebidas que tampoco deben faltar.
2. Fruta
La fruta es básica en un buen brunch, ya sea fresca o en mermelada. Suele servirse en ensaladas de fruta, tanto dulces como saladas, acompañadas de yogur y muesli (en parfaits), macedonias…
3. Huevos
Sin ellos no hay brunch. Las opciones son infinitas: fritos, revueltos, en tortilla, cocidos… Aunque el plato estrella de esta comida son los huevos Benedictine. Se trata de huevos escalfados, servidos en una base de muffin inglés tostado, con jamón cocido o panceta, y napados con salsa holandesa.
4. Pan
Lo ideal es servir diferentes tipos de pan para acompañar a tus platos salados: blanco, multicereales, de centeno… También, puedes tostar algunas rebanadas de estos panes para untar mantequilla y mermelada.
5. Ensalada
En la parte salada no puede faltar una ensalada refrescante. Puedes variarla en función de los gustos de los comensales y de las verduras de temporada.
6. Picoteos salados
Para cerrar el apartado salado, puedes servir pequeños hojaldres salados o canapés variados, al igual que embutidos o tablas de quesos.
6. Dulces
Las tostadas francesas y las tortitas americanas son dos básicos de un buen brunch. Se sirven con siropes variados, nata montada y frutos rojos.
Otros dulces que pueden acompañar a estos grandes clásicos son los croissants, bizcochos caseros, magdalenas… ¡Imaginación al poder!
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