Un paño mojado: Lo único que necesitas para tener unos bizcochos extra esponjosos

Cuando se trata de hornear, cada técnica tiene su propia magia y, entre las muchas que existen, la técnica del paño mojado para hornear bizcochos destaca por ser una verdadera joya culinaria. ¿Qué hace que esta técnica sea tan especial? ¿Cómo puedes dominarla y llevar tus habilidades de horneado al siguiente nivel? En este artículo, exploraremos a fondo la técnica del paño mojado y cómo puedes utilizarla para crear bizcochos que deslumbren como si los hubiera hecho un profesional.

¿Qué es la técnica del paño mojado?

La técnica del paño mojado es un método de horneado que implica envolver el molde del bizcocho en un paño húmedo antes de colocarlo en el horno. Este proceso permite un horneado uniforme alrededor del bizcocho, evitando que se cocine de manera desigual o que se forme una corteza demasiado dura en la superficie. Además, ayuda a retener la humedad en el bizcocho, lo que resulta en un producto final más esponjoso y jugoso.

Para hacer el paño, puedes usar uno que ya tengas en casa. Simplemente, dóblalo en tres partes y córtalo siguiendo las indicaciones de Raquel, creadora de contenido de recetas (@rincondemanora). Colocarlo en el molde es bastante simple: solo necesitas doblarlo por la mitad a lo largo, humedecerlo con agua y luego escurrirlo antes de colocarlo alrededor del molde.

Beneficios de la técnica del paño mojado

• Horneado uniforme: Esta técnica garantiza un horneado uniforme alrededor del bizcocho, evitando que se cocine de manera desigual.

• Textura esponjosa: Al retener la humedad, el bizcocho resultante es más esponjoso y jugoso.

• Evita la formación de una corteza dura: El paño húmedo crea un ambiente de horneado que evita que se forme una corteza dura en la superficie del bizcocho.

• Mejor retención de humedad: Al envolver el molde en un paño húmedo, se retiene más humedad dentro del bizcocho, lo que lo mantiene fresco por más tiempo.

Cosas a tener en cuenta

• Usa un trapo sin felpa.

• Al usar esta técnica, el horneado tardará unos 5-10 minutos más que sin los paños.

• Al tener los bordes jugosos cuesta un poco más desmoldar el bizcocho. Dejar enfriar unos 15 minutos antes de sacarlo del molde y pasa previamente con cuidado un cuchillo por los bordes para despegarlos.

• No enrolles la tira sobrante en el molde. Dejarla suelta.

• Los paños son reutilizables. Van cogiendo color según se usan, pero siguen haciendo su función.

• Los paños no se queman. Nunca pongas el horno a más de 180 °C (se recomienda hornear sin aire). Controla visualmente el horneado.

Pasos para hornear un bizcocho con la técnica del paño mojado

1. Preparación adecuada del molde: Antes de comenzar, es fundamental preparar el molde adecuadamente. Unta el molde con mantequilla o aceite y espolvorea harina para evitar que el bizcocho se pegue.

2. Humedecer el paño: Moja un paño limpio con agua tibia y exprímelo para eliminar el exceso de agua. El paño debe estar húmedo pero no empapado.

3. Envolver el molde: Envuelve el molde del bizcocho con el paño húmedo, asegurándote de cubrir completamente los lados y la base. Asegura el paño con alfileres o hilo de cocina si es necesario.

4. Preparación de la masa: Prepara la masa del bizcocho según la receta elegida. Vierte la masa en el molde preparado envuelto en el paño.

5. Horneado: Coloca el molde envuelto en el paño en el horno precalentado según las instrucciones de la receta. Hornea el bizcocho según el tiempo y la temperatura recomendados.

6. Revisión durante el horneado: Durante el proceso de horneado, puedes revisar el bizcocho a través de la ventana del horno para asegurarte de que se esté cocinando uniformemente.

7. Prueba de cocción: Una vez que el tiempo de horneado haya pasado, realiza la prueba de inserción de un palillo en el centro del bizcocho. Si sale limpio, el bizcocho está listo.

8. Enfriamiento: Una vez que el bizcocho esté listo, retíralo del horno y deja que se enfríe en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo y dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla.

Deliciosos polvorones de chocolate blanco: Un postre irresistible

-