REBOZADOS, ENSALADAS, CREMAS, AL HORNO...
Diez cosas que puedes hacer con una alcachofa
Es temporada y en muchas ocasiones nos sacas de la clásica plancha y no somos capaces de improvisar nada. Aquí diez cosas que puedes hacer con una alcachofa para disfrutar, en diferentes versiones, de las propiedades de una hortaliza baja en carbohidratos y alta en fibra, calcio y proteínas.
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1- Tortilla. Es un plato sencillo y socorrido, muy fácil de hacer y que puede salvarnos cualquier cena improvisada. Se trata, simplemente, de freír las alcachofas (que aconsejamos rociar con limón una vez extraídos los tallos y las hojas superficiales, con el objetivo de que no ennegrezcan) en abundante aceite de oliva, de manera que queden blandas por dentro y crujientes por fuera. Una vez hecho esto, se siguen los mismos pasos que con la tortilla de patata: se retiran las alcachofas del fuego y se mezclan con el huevo. Se coloca la mezcla en la sartén y ya tendremos una tortilla de alcachofa, que para que sea perfecta tiene que quedar ligeramente cremosa –que no cruda– en el interior.
2- Al horno. Nada más fácil, saludable y nutritivo que unas alcachofas al horno, que pueden acompañarse de cuaquier salsa casera. La idea es colocar la alcachofa entera en el horno, cortando ligeramente el tallo para que se aguante bien, y rellenar el centro con cualquier salsa casera a base de aceite de oliva y especias que nos inventemos. Una sugerencia es elaborar la salsa con ajos bien picandos, pimienta y jengibre, un aderezo que se integrará estupendamente con el sabor de unas alcachofas doraditas al horno.
3- Crema. Con sus 44 calorías por 100 g, la alcachofa es una de las mejores amigas de nuestra dieta, especialmente si la consumimos a la plancha, al horno o, como el caso que nos ocupa, en crema. Puede mezclarse con otras verduras o utilizarse en solitario, aunque recomendamos elaborarla con un caldo de pollo suave para potenciar el sabor de la hortaliza.
4- Croquetas. No es habitual que nos ofrezcan croquetas de alcachofas en los restaurantes, aunque lo cierto es que esta hortaliza es tan versátil que da lugar a unas croquetas maravillosas. Es ideal combinarla, por ejemplo, con un buen ibérico, y rebozar siempre con panko en lugar de pan rallado, que dará a la croqueta una textura más crujiente y menos aceitosa.
5- Rellenas. De lo que nos dé la gana, como ocurre con las berenjenas. Basta con vaciar el corazón de la alcachofa (y no tirar jamás el producto sobrante, que podrá utilizarse, por ejemplo, para hacer unas croquetas) y elaborar el relleno que más nos guste: puede ser carne picada, jamón e incluso otros ingredientes más alternativos, como quinoa.
6- Rebozadas. Las calorías aumentan y el sabor de la alcachofa se enmascara ligeramente con la harina y el aceite, pero es un plato consistente y nutritivo, muy socorrido. Se trata, simplemente, de eliminar el tallo y las hojas inservibles, cortar en láminas y freír en abundante aceite muy caliente, de manera que el resultado sea una alcachofa muy crujiente por fuera y suave y cremosa en su interior.
7- Revuelto. Nos permite combinar la alcachofa prácticamente con lo que nos queda en la nevera. Con jamón, champiñones, huevo e incluso otras verduras como brócoli o zanahoria, la alcachofa va a formar parte de un primer plato envidiable, sano, sabroso y nutritivo.
8- A la plancha. Hay pocas cosas más saludables y menos calóricas que unas buenas alcachofas a la plancha, que sólo necesitan de un poco de sal y un pequeño chorrito de aceite para estar deliciosas. Es interesante acostumbrarse al uso habitual de la plancha, especialmente para cenar, pues se va a convertir en un imprescindible de nuestro día a día culinario. Y es que basta con colocar en la plancha, junto a las alcachofas, unas rodajas de berenjena, calabacín, tomates o cebollas para tener una señora parrillada de verduras, un primer plato excelente y poco calórico que nos va a permitir algo más de excesos en el segundo para equilibrar el número de calorías del ágape.
9- Quiche. Las alcachofas se pueden combinar con jamón York, por ejemplo, o con setas de temporada, para hacer una deliciosa quiche casera, que nos durará, además, varios días, y puede congelarse sin problemas.
10. Flan. Cuidado, porque aquí el número de calorías se dispara, de manera que los que crean que están ante un plato bajo en calorías por el hecho de estar elaborado con alcachofas están muy equivocados. El flan de alcachofas contiene huevos, leche, nata y queso rallado (preferiblemente parmesano), lo que significa que está buenísimo pero también es una bomba de relojería.
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