El color naranja entra en la cocina: productos de temporada que debes incluir en tu dieta

El otoño es la estación de los colores tierra por excelencia. Los marrones en todas sus tonalidades, rojizos, anaranjados, tonos salmón e incluso rosados, son los colores protagonistas de los paisajes de los próximos meses. El reconocido escritor y periodista Josep Pla escribió una frase célebre en uno de sus libros sobre gastronomía: "La cocina de un país es su paisaje puesto en la cazuela".

Esta afirmación, que ha dado la vuelta por la boca y las teorías de reconocidos chefs, no podía ser más acertada cuando hablamos del otoño. Y es que, esta estación nos permite disfrutar de extraordinarios productos de temporada que llevan la identidad intrínseca del otoño. Durante los próximos meses, nuestros platos se tiñen de marrones y naranjas, ¿quieres saber cuáles son los alimentos que no pueden faltar en tu cocina?

Productos de temporada de otoño

Calabazas

Hasta finales de esta estación puedes disfrutar del magnífico dulzor y ternura de la pulpa de esta hortaliza. La calabaza es un alimento digestivo con infinidad de beneficios para nuestra salud. Proviene de la tierra y guarda parentesco botánico con otras frutas que, por su forma, nos resultan parecidas, como la sandía o el melón. Su carne tiene muchas vitaminas y minerales y apenas aporta calorías. Lo mejor de todo es su sabor y textura carnosa y con el punto justo de dulzor.

La calabaza acepta miles de cocinados. Puedes comerla asada como acompañamiento de carnes y pescados, en cremas y purés, gratinada, salteada, en risottos y pastas, incluso para la elaboración de recetas dulces.

Boniatos

Este tubérculo, icono del otoño por excelencia, es muy apreciado tanto por sus beneficios, como por su sabor dulzón. El boniato contiene una gran variedad de vitaminas y minerales, como el potasio, el fósforo o el calcio, y es una fuente importante de vitamina A, B y C.

También es rico en fibra y antioxidantes y una gran fuente de energía por su abundancia en hidratos de carbono. Se puede comer asado o hervido, deshidratado o frito en chips, incluso en cremas, ensaladas o dulces.

Zanahorias

Actualmente, podemos encontrar zanahorias en cualquier momento del año, pero su mejor época es durante otoño e invierno, especialmente, a partir de noviembre. Su valor nutricional es tan valioso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluye como uno de los alimentos prioritarios en nuestra dieta por su alto aporte de vitaminas y minerales.

Además, en la cocina, la zanahoria es de los más versátil: al horno, al vapor, hervida, salteada, en smoothies, en purés… Esta hortaliza tiene cabida en todas las recetas que puedas imaginar.

Setas

Esta es una de las épocas más esperada del año para los expertos buscadores de setas, ya que, entre los meses de octubre y noviembre empieza la temporada de recolección de estos hongos.

En el mundo de la gastronomía, las setas son unos de los ingredientes más nobles, puesto que a lo largo del año no abundan y aportan un sabor único a las recetas. Además, tienen grandes efectos sobre nuestro metabolismo: son antioxidantes, aportan fibra, tienen minerales y vitaminas imprescindibles, y son muy bajas en calorías.

Granada

La granada es uno de los frutos más hermosos y sorprendentes. Aunque, no es un fruto que guste a todo el mundo, sus propiedades para el organismo resultan extraordinarias. Se asocia a la granada como beneficiosa para el corazón, refuerzo para el sistema inmunitario, como antioxidante para la piel y se considera un fruto afrodisíaco. Puedes comerla sola, incorporarla en ensaladas o hacer zumos.

Higos

Este es uno de los frutos más apreciados durante esta temporada, de ahí su elevado precio. El higo es rico en azúcares naturales, fibra, potasio, hierro, minerales, vitaminas y antioxidantes. Todo esto hace que sea un alimento perfecto para la recuperación de los deportistas.

Pero, como su porcentaje en azúcar es importante, se recomienda consumirlos con moderación. Los higos frescos están riquísimos, pero también podemos añadirlos en ensaladas, en confituras, canapés y, como no, como ingrediente para recetas dulces.

Caquis

El caqui es una fruta un tanto especial, puesto que solo se deja ver (y es buena) durante una época muy concreta del año. Es una fruta que proviene de tierras asiáticas (China, Japón y Corea), por esta razón, estamos poco familiarizados con él.

Su consumo es beneficioso para la piel y los huesos gracias a la alta cantidad de calcio que posee. Además, es una fruta antioxidante y muy recomendable para personas con hipertensión o afecciones cardiovasculares, por su alto contenido de potasio.

Dentro de las variedades de caqui, existe el persimón, que posee algunas diferencias con el fruto habitual. Mientras que el persimón tiene la carne dura y firme, el caqui es blando y gelatinoso.

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