En junio de 2012 la administración de Loterías situada en Carrefour, en la avenida de Alfonso Molina, la número 44, selló un boleto ganador, pero del que se desconoce el dueño que dejó en él ciertas marcas inconfundibles. Manuel Reija, que es el encargado de la administración número veintidós, situada en la céntrica plaza de San Agustín, lo encontró de casualidad días después ante su mostrador y su sorpresa fue enorme cuando se dio cuenta de que tenía un premio de 4,7 millones de euros.
De inmediato lo entregó en el Ayuntamiento, que se hace cargo de los objetos perdidos, y esta administración inició una búsqueda sin éxito de su propietario aunque decenas de personas han pasado por la plaza de María Pita, donde está la sede del Gobierno coruñés, para reclamar el billete como suyo. Incluso publicó un anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia en el que indicaba que el resguardo, identificado con el número 178-049 48907-045, esperaba a su dueño.
Queda, sin embargo, el proceso judicial, pues son varios los que han pedido a la Justicia que decida quién es el dueño, pues en esta vía la policía científica puede realizar análisis de huellas dactilares o de otros restos para determinar su procedencia. El único requisito es acudir a dependencias municipales y aclarar cuándo y dónde fue sellado y también detallar cuál es la marca inconfundible que dejó su legítimo propietario, que todavía no se ha revelado y que tampoco ha sabido precisar ninguno de los interesados.
Alberto Lema, que es concejal de Empleo y Economía Sostenible, se encarga de coordinar este proceso durante las vacaciones de la titular de Hacienda y Administración Pública, Eugenia Vieito. Aclara el edil, en declaraciones, que en los últimos días han acudido más de veinte personas para reclamar el billete, pero el Ayuntamiento no ha sido capaz de encontrar a nadie que pueda certificar que le pertenece. Aunque el Consistorio se encarga de este proceso, el boleto está desde que se halló en posesión de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, que revolverá el próximo viernes, 25 de septiembre, qué hace con él.
El lotero ha preferido no hacer ningún tipo de declaración ante los micrófonos, pues se encuentra desbordado por las peticiones de periodistas que, desde hace días, intentan, sin éxito, que explique cómo vive la situación. Si no aparece el dueño, lo más probable es que se dicte que pasa a ser propiedad del lotero que lo encontró, que tendría así 4,7 millones de euros libres de impuestos, pues el premio es anterior a la reforma de la Ley sobre el Impuesto de las Personas Físicas.
Existen peticiones para que se abran procesos civiles y penales, que todavía están en trámite, por lo que la decisión de la SELAE podría quedar posteriormente invalidada si se toma el próximo viernes. La ciudad aguarda con ansia la resolución y son muchos los que pelearán hasta el último momento por adivinar esa marca oculta que puede dar casi cinco millones de euros.