Coronavirus
¿Llevamos la mascarilla y respetamos la distancia de seguridad en chiringuitos y playas?
La mascarilla debe ser obligatoria en espacios al aire libre donde no se pueda mantener una distancia mínima interpersonal de 1,5 metros. Sin embargo, ¿cumplimos esta medida?.
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El explosivo aumento de contagios por la quinta ola y una incidencia acumulada de coronavirus que supera 12 veces la de hace un año, no evita que en España las imágenes de aglomeraciones en las playas siga repitiéndose.
Aglomeraciones turísticas
En muchos destinos turísticos este verano se vuelve a ver la misma imagen: gente sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad recomendada. En precisamente en estas zonas con mayor afluencia de turistas donde la incidencia ha registrado un aumento notable. Los propios bañistas reconocen que "nos despistamos siempre", mientras que los hosteleros afirman que "siempre estamos detrás de los jóvenes".
La mascarilla dejó de ser obligatoria en espacios al aire libre el pasado 26 de junio, pero con una excepción: siempre que resulte posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros, salvo grupos de convivientes. Entonces, ¿cumplimos la medida? "Prácticamente nadie la lleva aunque esté el paseo lleno".
Restricciones en destinos vacacionales
Son muchas las comunidades que han impuesto restricciones en las playas para evitar la propagación del virus. Málaga cerrará las playas de 23:00 a 7:00 horas. En Las Palmas de Gran Canaria se establece un aforo del 50%, mientras que en Galiciase prohíbe el acceso de público desde las 00:00 horas.
Por su parte, Asturias, Murcia, País vasco y Cataluña controlan los accesos para evitar aglomeraciones y la celebración de macrobotellones en estos espacios.
Golpe al turismo
A principios de julio, Alemania declaró toda España zona de riesgo y Francia aconsejó a la población gala evitar viajar en verano a España y Portugal ante el avance de la variante Delta del coronavirus. Países Bajos hizo lo propio y de todo el país solo incluyó a Baleares y Canarias como destinos seguros.
Una situación que repercute directamente en el sector hostelero y turístico que ve como peligra la temporada estival un verano más.
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