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EL ADN DEMOSTRÓ QUE NO FUE EL AUTOR

Un hombre lleva once años en prisión por un intento de violación que dice no cometió

Un hombre lleva once años en prisión por un intento de violación que asegura que nunca cometió. Fue identificado por la víctima y enviado a prisión a la espera de juicio. Las pruebas de ADN demostraron hace ya ocho años que el autor del delito era otro, y aun así, sigue en la cárcel de Palma a la espera de una decisión del Tribunal Supremo.

La madrugada del 10 de agosto de 2003, tres mujeres de 19, 29 y 33 años sufrían un intento de violación en calles muy próximas en Fuengirola, Málaga. La primera se produjo a las 4 y media y la última a las 6.

Doce días después, dos de las víctimas reconocieron en unas fotografías a Romano Liberto, un holandés que había tenido algunos altercados callejeros  y antecedentes por resistencia a la autoridad. El 2 de septiembre fue detenido cerca de la playa en Benalmádena, donde vivía.

La audiencia provincial de Málaga le condenó a 15 años y medio de prisión por agresiones sexuales, lesiones y robo con violencia.  Pero tres años después, a 2.000 km de allí, se detuvo a Mark Philip Dixie por el asesinato y violación de la modelo Sally Ann Bowman.

El perfil genético de Dixie encajaba con los hechos ocurridos en Fuengirola y al parecer demostraba que vivió en la localidad malagueña en esa época. El retrato robot también se parecía, incluso más que al holandés detenido.

En este tiempo, Romano ha recorrido al menos cinco cárceles con palizas, insultos, y amenazas. En la cárcel, este tipo de delitos no se perdonan. Hoy sigue esperando una decisión del supremo y se le han denegado los permisos de salida. Entró con 30 años a prisión. Tiene 42.

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