Foto del siniestro

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SE LES IMPUTAN 154 HOMICIDIOS IMPRUDENTES

Aplazan hasta septiembre las declaraciones de los tres directivos de Spanair

La declaración estaba prevista para este mes de junio. Los tres jefes de área de Spanair están imputados por 154 delitos de homicidios imprudentes y 18 delitos de lesiones imprudentes.

El magistrado Javier Pérez, que instruye el accidente del avión de Spanair ocurrido el 20 de agosto de 2008, ha aplazado hasta el próximo septiembre la declaración prevista este junio de los tres jefes de área de Spanair imputados por 154 delitos de homicidios imprudentes y 18 delitos de lesiones imprudentes.

La declaración estaba prevista para la próxima semana, pero el juez ha aplazado los interrogatorios debido a la imposibilidad de uno de los letrados de asistir a la audiencia.

Así, los imputados declararán entre el 19 y el 22 de septiembre. Se trata de José Antonio V., jefe de Turno de Base en Madrid de Spanair; David T., responsable de Mantenimiento en Línea; y a Alejandro S., director de Calidad en el momento del accidente.

Además, se volverá a tomar declaración a Jesús T., el jefe de mantenimiento de Spanair que estaba ya imputado junto con un técnico de la compañía.

Las imputaciones se producen a raíz de las conclusiones del informe pericial realizado por ocho peritos designados por el magistrado, así como el informe realizado por un perito francés expertos en accidentes aéreos.

Poco antes de estrellarse, la aeronave tuvo que regresar al hangar tras un intento de primer despegue después de que se detectara una avería en el calefactor de la sonda de temperatura (RAT).

Uno de los mecánicos de la compañía consultó el manual de equipamiento mínimos (MEL) de Boeing y desactivó el sensor del calefactor del RAT. 

Desde el inicio de las investigaciones, el instructor cree que "la avería en el RAT del 20 de agosto fue una consecuencia o manifestación de un fallo multifuncional que afectara también al TOWS (que alertan de una configuración inadecuada para el despegue), alimentado por el mismo relé".

Casi tres años después del siniestro, las conclusiones del informe de los peritos del juzgado exponen que "la tripulación no configuró adecuadamente el avión para el despegue", pues no extendió los flaps a la posición de 11 grados y slats en MIDLE, tal y como correspondía.

Asimismo, recoge que "el sistema de TOWS del avión falló y no alertó a la tripulación que la configuración para el despegue no era adecuada". Añade que este sistema "admite modos de fallos que deberían ser incompatibles con la trascendencia del mismo".

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