Cementerios

Amaya, la tapizadora de los cementerios de España: un emotivo homenaje para recordar a los seres queridos

Esta gallega comenzó a tapizar en 2018 y ahora no hay quien la pare. Recibe encargos constantemente y sus creaciones viajan a cualquier parte de España.

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Su casa de Vilaboa brilla, de forma literal. Amaya comenzó a tapizar en serio desde el 2018, después de ganar la lotería y, ahora, no hay quien la pare. Por estas fechas recibe encargos constantemente, porque quiere que su arte ayude a homenajear y sobrellevar mejor la muerte de un ser querido. Sus creaciones viajan a cualquier parte de España.

Amaya se define a sí misma como “una campeona, me siento muy orgullosa de mí misma”, por todo lo que ha conseguido. Comenzó tapizando cabeceros, sillas y muebles, hasta que, con tanta llamada, “tuve que parar y ponerme con lo de los cementerios”. Ahora se centra en crear objetos decorativos para los panteones de todo el país. Desde Zaragoza llegó uno de los pedidos que más le marcó, “es para una niña pequeñita, de 8 años. Me quedé toda la noche trabajando porque se lo quería terminar ya”.

Pero hay otros que también son importantes. “De mi amiga y familia, Gema, la hija de Camarón de la Isla, que me ha pedido unas guitarras”. Las luce con alegría, “tan solo queda ponerle el nombre”. “Noemí Salazar y Raquel Salazar, de los ‘Gipsy kings’, me pidieron varios tapizados”, y es que Amaya “no para, no para, está hasta las tres o cuatro de la madrugada con la grapadora” dice su hija Soledad, que confiesa que se marchó de casa porque no podía dormir.

“Ella no para, siempre se está riendo” dice su ‘cañón’. Es David Gómez, su marido y ayudante: “Yo comencé con todo esto, pero no tenía paciencia ni tiempo para las redes… Y se lo dejé a ella”. Juntos tapizan cualquier cosa. Una de las últimas es un “trono para el bautizo” de su nieto. “El otro día fui a comprarle el disfraz al niño... ¡Y me dice la dependiente que me brilla la cara!”, y es que en su casa si algo sobra es “brilli brilli”, como dice Amaya mientras ríe.

Con la carcajada por bandera y siempre dando gracias a Dios, esta familia ha conseguido más de 23.000 seguidores en Instagram, relacionarse con famosos y, por supuesto, no dejar de brillar.

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